Las comunidades religiosas alertan del peligroso auge de la xenofobia
Tanto desde la comunidad católica como de la protestante y de la judía han surgido voces críticas en Austria contra la xenofobia propagada por Jörg Haider, el líder ultraderechista del Partido Liberal (FPOE), quien a su vez ha acusado a representantes de la Iglesia católica de ser víctimas de una manipulación.Tras el rechazo a su política del arzobispo de Viena, el cardenal Christoph Schönborn, y del prestigioso cardenal Franz König, Haider dijo ayer que los representantes de la Iglesia se dejan "instrumentalizar en asuntos que no conocen. Los cardenales tienen que aceptar que la población sabe perfectamente cuál es el problema con los extranjeros".
El FPOE nunca había pregonado tanto racismo como en la actual campaña electoral. Aunque Haider apuesta esta vez por dar la imagen de un político moderado, con especial empeño en mantener la seguridad social para las capas más pobres de la sociedad.
Pero sus consignas de rechazo a los extranjeros -una constante en el programa del FPOE desde que Haider asumió su dirección en 1986- rebasaron todos los límites a comienzos de septiembre, cuando las calles de Viena se llenaron de carteles en los que se leía Stop a la extranjerización.
En los panfletos distribuidos por el FPOE en los buzones se aseguraba: "A nuestros hijos les imponen en las escuelas textos en turco y serbocroata", o "Los asilados negros africanos, vestidos con trajes de diseño y con teléfonos móviles, pueden traficar con drogas sin molestia alguna".
Al presidente de la comunidad judía de Viena, Ariel Muzicant, esta propaganda le recuerda lo que Austria "sufrió en los años treinta".
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