Villalobos negociará con Tabacalera la permanencia de la fábrica en Málaga

La alcaldesa de Málaga, Celia Villalobos, se reunirá la semana próxima con el presidente de Tabacalera, César Alierta, para discutir sobre el futuro de la fábrica de tabacos de Málaga. La empresa pretende cerrarla, junto con otras siete del resto de España, antes del año 2003, eliminando con ello 1.400 puestos de trabajo. Sólo en Málaga se perderían 158. Villalobos se reunió ayer con los representantes de estos trabajadores y les aseguró que dará "todas las facilidades" a Tabacalera para que mantenga la factoría.

Villalobos, tras entrevistarse con Manuel Pimentel, ministro de Trabajo, y Rodrigo Rato, ministro de Economía, para discutir el futuro de la planta de Tabacalera en la ciudad, aseguró que el Gobierno no aceptará ninguna regulación de empleo si no hay un acuerdo previo con los sindicatos. A este respecto, UGT informó de que Guillermo Gutiérrez, consejero de Trabajo de la Junta de Andalucía, declaró que se opondría al cierre de la fábrica de Málaga "incluso si los sindicatos estuviesen de acuerdo". Los representantes sindicales hicieron un balance favorable de su reunión de ayer con la alcaldesa. No sólo porque Villalobos se haya comprometido a reunirse con Alierta -a lo que hasta ahora no había estado dispuesta-, sino porque afirmó que ofrecería a Tabacalera las condiciones más favorables para el mantenimiento y desarrollo de la factoría de Málaga. Este cierre es parte de una estrategia nacional que pretende eliminar ocho fábricas pequeñas y crear dos grandes macrofábricas, una en el Norte y otra en Levante; María Dueñas, secretaria del comité de empresa de Tabacalera, insistió en la posibilidad de mantener e impulsar la factoría de Málaga convirtiéndola en un gran centro de producción, "con 400 o 500 trabajadores". "No hay ninguna razón objetiva para el cierre de la fábrica", recalcó Manuel Gaitán, secretario provincial de Alimentación, Bebidas y Tabaco de CCOO; "es una empresa 100% rentable, tanto económica como organizativamente". Tabacalera obtuvo el año pasado unos beneficios de 20.000 millones de pesetas, y en el primer trimestre de 1999, la tendencia seguía siendo ascendente. Gaitán añadió que si es necesario, la nueva fábrica podría desplazarse a un sitio "más diáfano, que permita una mejor industrialización", pero siempre en Málaga. El edificio actual, ya vacío, podría destinarse a otro uso "que traiga más empleos y más rentabilidad a la provincia". Gaitán no pudo especificar cuál sería este uso alternativo. Sí quedó claro que el Ayuntamiento de Málaga cedería los terrenos en el sitio y condiciones que Tabacalera prefiriese, y que ayudaría a la empresa a recabar fondos europeos.