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La última puerta del Retiro

El Ayuntamiento de Madrid inicia el cerramiento del parque frente a la cuesta de Moyano

Madrid El último acceso libre al Parque del Retiro vive sus últimos días. Cuadrillas de albañiles contratadas por el departamento municipal de Parques y Jardines han comenzado a erigir, velozmente, los cimientos de una gran puerta al suroeste del recinto. En piedra, caliza y hierro, el futuro acceso permitirá sellar a voluntad municipal la pendiente abierta que desciende desde el monumento al Ángel Caído y enlaza esa zona limítrofe del Retiro con la calle de Alfonso XII y la Cuesta de Claudio Moyano.La nueva puerta será inaugurada, presumiblemente, a principios del año entrante; tendrá unos veinte metros de frontal. Contará con tres cuerpos: dos accesos laterales para peatones, de unos de tres metros de altura y 2,36 metros de hueco cada uno; más otro cuerpo porticado central, para fastos o emergencias, de más de diez metros de anchura. Sus rejas serán de hierro macizo con acabados en punta de flecha y un tirante superior. Cada una de las puertas peatonales, entre las que existe un desnivel de quince centímetros, quedará basada en pilastras de diferentes tamaños, con cornisas y volutas, retranqueadas además sobre zócalos de granito. Ambas se exhibirán decoradas con molduras y rematadas por jarrones repletos de frutales.

El tercer cuerpo de la puerta quedará constituido por un pórtico central con dos hojas enverjadas, metálicas y de rodadura, que engarzarán sobre un medianil. Se abrirán hacia el interior del parque. Cada portón metálico y cada carril, uno de subida y otro de bajada por el Paseo del Ángel Caído, medirá 5,12 metros de longitud. El medianil quedará ornamentado con una cesta de frutas en piedra y caliza. Adoptará la forma de una columna.

El verjado de todo el conjunto porticado se hará a base de lanzas pintadas con dos manos de esmalte antioxidante de color negro, con una imprimación de zinc. Sus puntas de flecha serán doradas con pulverizador, para conservar el mismo estilo de las que circundan todo el Retiro. El cerramiento incluirá el cercado con murete de ladrillo y albardillas del acceso a la Escuela Universitaria de Ingenieros de Obras Públicas y al Instituto Isabel la Católica. Ambos centros están situados en las inmediaciones. En la zona se alza, asimismo, una de las 71 estatuas que el parque alberga, la dedicada al escritor vasco Pío Baroja, asiduo visitante del parque, que hasta su muerte residió en el contiguo barrio de Los Jerónimos. Frente a su estatua se observa la tapia de ladrillo y forjado del cercano Jardín Botánico que el último Plan General de Urbanismo prevé sustituir por otra diáfana.

El parque del Retiro, en el que trabajan 141 jardineros de ambos sexos, posee 118 hectáreas de extensión y más de 15.000 árboles. Tiene quince puertas más. Fueron instaladas a partir del año 1870. Todas ellas permiten su clausura durante la noche o ante eventos especiales.La nueva puerta se llamaría del Ángel Caído o de Alfonso XII. Empero, el público madrileño tal vez acuñe una denominación distinta.

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