El Ejército se opone a que los militares elijan a sus representantes en votación

El Ejército de Tierra ha remitido un informe al Ministerio de Defensa en el que se opone a que los miembros de los Consejos Asesores de Personal, un órgano de nueva creación para canalizar las propuestas y sugerencias de los militares, sean elegidos por votación en los cuarteles. Su propuesta es que esos representantes sean designados por sorteo, lo que choca con el carácter democrático que los responsables de Defensa han prometido dar a esa institución.

La creación de los Consejos Asesores de Personal es una de las grandes novedades de la Ley del Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas, que entró en vigor el pasado 20 de mayo.El artículo 151 de la ley indica que habrá un consejo asesor, dependiente del jefe de Personal, en cada uno de los tres ejércitos, así como en la Subsecretaría de Defensa, para los cuerpos comunes.

Su función consistirá en "analizar y valorar las propuestas o sugerencias planteadas por los militares profesionales referidas al régimen de personal y a la condición de militar". Los militares podrán dirigirse directamente al consejo de su ejército respectivo, aunque se excluyen expresamente las peticiones, las quejas y los recursos sobre ascensos, destinos o sanciones disciplinarias.

La ley no especifica cuál será la composición o el procedimiento de elección de los consejos, remitiéndose a un futuro reglamento y limitándose a señalar que "deberán formar parte de cada uno militares en activo de todas las categorías [de generales a soldados], cuerpos y escalas".

Pese a lo delicado del tema, Defensa ha dado prioridad a la elaboración de este reglamento, con el propósito de que se apruebe antes de que acabe la legislatura. Según las fuentes consultadas, se trata de empezar la aplicación de la ley precisamente por sus aspectos más renovadores.

Sin candidaturas

Sin embargo, el Cuartel General del Ejército de Tierra, el más afectado por la reforma, ya que es el más numeroso, ha remitido un informe a la Subsecretaría de Defensa en el que se opone a que los miembros de los consejos sean elegidos democráticamente. El Ejército teme que la presentación de candidaturas, celebración de campañas electorales y votaciones propicie la aparición de sindicatos en los cuarteles.

Como alternativa, propone que los miembros de los consejos sean designados por sorteo entre todos los militares con dos salvedades: que los designados puedan renunciar al puesto y que sólo sean sorteados los generales destinados en Madrid.

Esta propuesta choca con la promesa del subsecretario de Defensa, Adolfo Menéndez, de que los miembros de los consejos sean elegidos "democráticamente".

El problema de fondo es que los consejos, si no son realmente representativos, resultarán inoperantes para canalizar las inquietudes de los militares, algo especialmente necesario en unas Fuerzas Armadas profesionales, y dejarán el terreno expedito a las asociaciones reivindicativas, a las que el ministro Eduardo Serra considera ilegales basándose en las Reales Ordenanzas de 1978.

El proyecto con el que ha trabajado hasta ahora Defensa parte de la elección democrática de los consejos, aunque con limitaciones que impidan la profesionalización de los representantes de los militares; por ejemplo, fijando la duración de su mandato e impidiendo su reelección. Defensa ha estudiado la experiencia del Consejo Superior de la Función Militar, que existe en Francia desde 1961, y del Instituto de Representación Militar, creado en Italia en 1978. Los miembros del primero se eligen por sorteo, pero con presentación de candidatos, y los del segundo, por votación. Una combinación de los dos modelos pasaría por elegir democráticamente a los representantes territoriales y designar por sorteo entre ellos a los miembros de los consejos asesores a nivel nacional. La ley, sin embargo, sólo prevé que haya un consejo central por ejército.