Rescatados con vida dos hermanos tras pasar seis días bajo los escombros

Taiwán vivió ayer entre la alegría por el rescate con vida de dos hermanos tras permanecer seis días bajo los escombros y el luto por la muerte de al menos otras 13 personas a causa de nuevos movimientos sísmicos, con lo que la cifra oficial de fallecidos se eleva a más de 2.000 personas. El Ministerio taiwanés del Interior informó ayer de que hasta el momento se habían contabilizado más de 8.600 heridos graves, 18 personas continuaban desaparecidas y otras 175 estarían atrapadas entre los escombros.

El milagroso rescate de los hermanos Hsuen, de 20 y 25 años, difuminó un poco los desastrosos efectos de un nuevo temblor de magnitud 6,8 grados en la escala de Richter, que volvió a sacudir la isla cuando faltaban menos de diez minutos para las siete de la mañana de ayer (hora local, casi la medianoche del sábado hora peninsular española) y que provocó nuevos muertos y heridos. "Mi hijo estaba muy agotado y desanimado el sábado, pero al dormirse tuvo un sueño", relató Liou Luan, madre de los dos hermanos al referirse al menor de ellos, el primero que fue rescatado y que salió casi ileso tras seis días bajo los escombros de su casa en Taipei. "Buda le dijo que tuviera esperanza y que junto al frigorífico -en el que encontraron tres botellas de agua y tres manzanas- había un agujero por el que podía salvarse. Así lo hizo y halló al equipo de rescate", añadió la madre, que no había dormido desde que el martes pasado el primer terremoto derrumbó el edificio donde se encontraban sus hijos y que devastó la isla.

Poco después del salvamento de Hsuen Chi-kuan, estudiante de bachillerato, su hermano Hsuen Chi-sun, de 25 años, fue también rescatado con vida de la tercera planta del mismo edificio, donde ambos residían. "Bebimos algo de agua y nuestra propia orina, hemos comido manzanas podridas para sobrevivir y jugamos a las cartas mientras esperábamos ser rescatados", dijo Chi-kuan, en el camino hacia el hospital.

Otras cuatro personas esperaban ayer en la misma planta del edificio del que fueron rescatados los hermanos Hsuen a que los equipos de salvamento llegasen hasta ellas.