Maragall presenta el nuevo modelo de partido con el que pretende ganar a CiU
Para enfrentarse a Jordi Pujol, el ex alcalde de Barcelona Pasqual Maragall ha preparado durante un año y medio una operación de suma de voluntades en los ámbitos progresistas de Cataluña. Para ello tuvo que alzarse como punto de referencia personal que le permitiera ser al mismo tiempo el candidato de su partido, el PSC, y de un numeroso contingente de independientes. Ayer presentó el fruto de esa labor: la coalición electoral entre el PSC y Ciutadans pel Canvi, que definió como el resultado de la apertura del PSC a la sociedad y la cristalización del deseo de cambio existente en Cataluña. "En las tres semanas que faltan [para las elecciones] cambiaremos 20 años", dijo el rival de Pujol.
"Juntos podemos, separados no podríamos". Así justificó Maragall el nacimiento de la coalición PSC-Ciutadans pel Canvi, con la que concurre a las elecciones autonómicas. Ciutadans pel Canvi es un conjunto de plataformas de ámbito territorial y sectorial que agrupa a unas 4.500 personas coordinadas entre sí y con la oficina de campaña de Maragall. "Es el partido de la esperanza, el partido de la victoria", exclamó el candidato ante las más de 3.000 personas que le aclamaron cuando tomó la palabra en la estación de Francia, donde se celebraba el mitin.Maragall destacó que en la actualidad CiU es más que nunca el partido de una persona, Pujol, que concurre a las elecciones al frente de una candidatura y una propuesta continuista, mientras que el PSC es "un partido que se ha atrevido a abrirse a la sociedad". Esa apertura se concretó hace dos semanas, superando no pocas reticencias, en la composición de la candidatura de Maragall: dos tercios para el PSC, un tercio para Ciutadans pel Canvi. De todos ellos, además, un tercio son mujeres, lo que es también una fuerte apuesta de renovación
Los diputados de Ciutadans pel Canvi que resulten elegidos diputados se incorporarán al Grupo Parlamentario del PSC. Pero han decidido ya que su organización continuará activa después de las elecciones. Los miembros de las plataformas no se integrarán en el PSC, de manera que Maragall será entonces también el líder de dos organizaciones. Y si gana, mucho más que ahora.
El partido "está encantado"
Esa nueva situación, creada por lo que Maragall denominó "la boda entre el PSC y Ciutadans pel Canvi", fue definida por el primer secretario del PSC, Narcís Serra, como "el nacimiento de algo nuevo". Una coalición que "une al nuevo y al viejo PSC" y que es posible porque "el viejo PSC está cambiando". Las dudas que pudieran existir acerca de la aceptación de este cambio por los cuadros intermedios que controlan el partido fueron despejadas por la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Manuela de Madre. "El partido está encantado con Ciutadans pel Canvi", aseguró después de advertir de que lo proclamaba desde su condición de "mujer partidista".
Convencido de que ha creado el instrumento de la victoria y ante el magnífico y multicolor aspecto que ofrecía el mitin, al que asistieron toda la plana mayor del PSC, los representantes de las plataformas y su portavoz, Xavier Folch, y los miembros de las cuatro listas electorales que forman la candidatura, Maragall dijo: "Ahora comienzo a sentir el peso y la fuerza de mi responsabilidad". Y más la fuerza que el peso, añadió.
Dio por sentado que a estas alturas ha conseguido ya remontar los 16 puntos porcentuales que separaron a CiU del PSC en las últimas elecciones autonómicas, pero advirtió una vez más de que "no todo está hecho" y que queda todavía lo más difícil. "En las tres semanas que faltan para las elecciones cambiaremos 20 años", afirmó.
Carme Valls, una de las impulsoras de Ciutadans pel Canvi, habló en nombre de todas las plataformas y expuso las líneas generales del programa de cambio que las anima. Lo definió como un gobierno menos dirigista e intervencionista, con una administración más sencilla, que destine más a inversión que a gasto corriente, con la prioridad de mejorar la enseñanza y la creación de empleo, decidido a que Cataluña sepa hacerse entender en España con el "catalanismo amable, pactista y razonable".
Josep Maria Vallès, coordinador de la plataforma Catalunya Segle XXI, que ocupa el cuarto puesto en la candidatura de Maragall, dijo que "sólo desde el sectarismo más ridículo" puede decirse que Maragall "vende humo" como sostienen sus rivales nacionalistas. A Maragall le avala una gestión hecha construyendo equipos, y ésa es una de las cosas que hacen falta en el Gobierno de Cataluña tras tantos años de "personalismo asfixiante". También intervinieron los candidatos que encabezan las listas de Tarragona, Montserrat Duch; Girona, Marina Geli, y la Val d'Aran, Francesc Boia, así como Joaquim Nadal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.