Benidorm reconoce que puede hacer frente a su deuda porque el Consell asume las inversiones
Después de ocho años en el gobierno local marcados por constantes desmentidos a las cuentas que hacía la oposición, y una vez revalidada su mayoría absoluta, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Benidorm, del PP, reconoce ahora que la deuda municipal asciende a 12.000 millones de pesetas aproximadamente. Miguel Llorca, nuevo concejal de Hacienda, asegura que puede hacer frente a los bancos y proveedores gracias a que la Generalitat asume todas las inversiones, y porque el boom de la construcción se traduce en ingresos millonarios por licencias de obra.
Ocho años ha tardado el PP de Benidorm en reconocer públicamente que la situación de las arcas locales es precaria. Miguel Llorca, concejal de Hacienda, cifra en unos 12.000 millones de pesetas la deuda municipal, cantidad que se aproxima a los 18.000 millones de débito que apuntan los socialistas, en la oposición. La mitad exacta de esa cifra (6.000 millones de pesetas) se debe a los bancos y cajas de ahorro, y el resto se lo reparten entre grandes proveedores y pequeñas empresas suministradoras de material y servicios. A la compañía encargada de la limpieza viaria, por ejemplo, se le adeudan 1.900 millones de pesetas, mientras Iberdrola espera que algún día le hagan efectivos recibos impagados por importe de 400 millones de pesetas en concepto de suministro de energía eléctrica a dependencias municipales. La situación, aunque precaria, no preocupa en exceso a las autoridades locales. Llorca asegura que Benidorm puede hacer frente a sus compromisos con los bancos y a rebajar la deuda con proveedores porque la cantidad que destina en sus presupuestos al capítulo de inversiones es mínima. "Aquí quien invierte es la Generalitat, y el Ayuntamiento colabora en lo que puede, que es poco", asegura el edil. Desde que Eduardo Zaplana, ex alcalde de la ciudad turística, accedió a la presidencia de la Generalitat, las arcas autonómicas han hecho frente a una veintena de obras públicas, que han supuesto una inversión de 11.000 millones de pesetas, y en la actualidad se tramitan proyectos por importe de otros 7.000 millones. Desde la construcción de colegios e institutos, centros de salud, carreteras y hasta la rehabilitación del casco antiguo, los proyectos asumidos por el Consell han llegado en cascada, la mayoría en obras de infraestructura para dar cobertura al parque temático que se construye a los pies de Serra Cortina. Un segundo factor que contribuye a mejorar la salud de las arcas locales es el boom que registra el sector inmobiliario, capaz de generar ingresos municipales por importe de 1.000 millones de pesetas anuales en concepto de licencias de obra y plusvalía, cantidad que este año se superará hasta alcanzar los 1.200 millones, según reconoce el edil de Urbanismo, Antonio Botella. El equipo de gobierno, presidido por Vicente Pérez Devesa, asegura que al menos ahora dispone de liquidez "suficiente" para hacer frente a los gastos "fundamentales". Es decir, la nómina de los funcionarios, pagos apremiantes a proveedores y saldo de intereses y capital a los bancos. "Si todo funciona como esperamos, esa deuda estará saldada en el plazo de 10 años". El concejal de Hacienda se marca una década como plazo para sanear la economía local, aunque ello exige la coincidencia de dos circunstancias: que la bonanza económica se mantenga por ese tiempo, y que el PP mantenga el poder en Valencia. Maquillaje El único partido en la oposición en Benidorm, el PSPV, no es tan optimista como el PP. La concejal Carmen García, encargada de fiscalizar la gestión económica del equipo de Pérez Devesa, asegura que las inversiones de la Generalitat en el pueblo son más una operación de maquillaje que una realidad. "Es verdad que los proyectos están aprobados, pero nos preguntamos dónde está el dinero, porque no se ve o llega con cuentagotas", asegura.
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