El cambio y las acusaciones de corrupción centran el debate

El debate en el PRI es sobre el cambio, dice Roberto Madrazo, ex gobernador de Tabasco. "Se está discutiendo si esta elección permite un cambio democrático o seguimos igual. Yo impulso, y estoy seguro de ganar, un proyecto de cambio dentro del partido para poderlo fortalecer y no para debilitarlo". Labastida le invitó a un café este lunes "para platicar" sobre propuestas, "para tender puentes a la unidad". Pero Madrazo, priísta de toda la vida, prospera como disidente y rechazó el desayuno. "Ya basta de arreglos en un café y a espaldas del pueblo de México. Ya basta de continuar burlándose de la gente". Una fuente próxima a Labastida intenta quitar hierro al asunto: "La estrategia es cerrar heridas, evitar que sean muy profundas, que no sean zarpazos de tigre". Casi todos, en cualquier caso, descartan la hipótesis de que Madrazo vaya a tirar la toalla y sumarse a una hipotética alianza opositora."Tenemos indicios de que tiene una fortuna más alta de lo que es posible tener con dineros bien habidos", dicen. Los fraudes electorales y la corrupción oficial crearon cultura durante la prolongada hegemonía priísta, y no serían descartables, por tanto, acusaciones públicas graves y una traca final de órdago si la distancia entre los dos candidatos, apenas siete u ocho puntos, se mantiene. Todos dicen saber mucho, sobre todo en los cenáculos políticos, y aunque Madrazo es señalado como cómplice o protagonista de turbios episodios, él conoce también otros nada edificantes cuya difusión haría daño al PRI.