Una bandera que desaparece

Septiembre es el mes de las Fiestas Patrias en Chile. Este año, el primero sin la presencia de Augusto Pinochet, no han faltado signos que indican el momento de las relaciones con España. Tradicionalmente, el 18 de septiembre, día de la fiesta nacional, la bandera chilena que ondeaba en la mayoría de las viviendas, por imperativo legal, compartía mástil, en muchos casos, con la de España. Este año, el mar de banderas sólo tenía los colores azul, blanco y rojo de la enseña chilena. El mismo 18 de septiembre, en la ópera de gala en el teatro municipal, a la que asistieron todas las autoridades y el cuerpo diplomático, se representó Carmen. Este día, la bandera española que figura como telón de fondo en el primer acto no apareció para evitar una reacción negativa del público."Me duele ver cómo se va enrareciendo la relación con España", lamenta Andrés Zaldívar. ¿Cómo puede ser lógico que en el pleno del Parlamento del 21 de mayo pasado, en mi condición de presidente del Senado, tuviera que bajar del estrado para quitarle a unos parlamentarios una pancarta que insultaba a los embajadores de España y Gran Bretaña?". La belicosidad de la derecha y del Gobierno por el caso Pinochet ha sido mucho mayor hacia España que hacia el Reino Unido, a pesar de que el general está detenido en Londres. "El malo de la película y el que se hace mañoso es Garzón. Es quien provoca el juicio. Y porque sabemos que quien pretende juzgar a Pinochet es España, no Inglaterra". Pese a todo, las encuestas indican que la imagen de estos dos países sigue gozando de una alta consideración en Chile, porque, en palabras de Marta Lagos, "puede cambiar la opinión de la élite, pero no se manifiesta en la calle". Miguel Luis Amunátegui, de Renovación Nacional, reconoce que "España y su historia es el referente básico de los chilenos". Lo que no impide considerar al exdictador como "el presidente de la República más significativo de este siglo".