Interior estudia un plan contra los frecuentes asesinatos en Málaga tras el triple crimen del martes

El delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado, pidió ayer al secretario de Estado de Interior, Ricardo Martí Fluxá, mayores medios policiales ante los frecuentes asesinatos que se están produciendo en la provincia de Málaga. Ayer la policía investigaba el crimen de tres jóvenes, ocurrido en la noche del lunes al martes en la barriada malagueña del Puerto de la Torre. Interior estudia un plan para afrontar la situación, que el delegado del Gobierno calificó de "preocupante". El secretario de Estado ha anunciado que se desplazará la semana que viene a Málaga.

El 30 de agosto, cinco encapuchados armados se llevaron 537 millones de la terminal de carga del aeropuerto de Málaga y desaparecieron sin dejar rastro. La semana pasada hubo un doble crimen en Benalmádena. Esta semana, el asesinato de tres jóvenes en la barriada malagueña del Puerto de la Torre. En principio, la policía atribuyó las muertes en ambos casos a "posibles ajustes de cuentas entre bandas de narcotraficantes". En el caso de Benalmádena la comisaría de Torremolinos atribuye a "un ataque de celos" el móvil del crimen, pero en todo caso ayer José Torres Hurtado, delegado del Gobierno en Andalucía, pidió a altos cargos de Interior más medios "porque se están sucediendo demasiados acontecimientos de este tipo". Torres Hurtado y el subdelegado del Gobierno en Málaga, Carlos Rubio, explicaron ayer en Madrid "su preocupación por la situación" al secretario de Estado, Ricardo Martí Fluxá, que estaba acompañado por el subdirector general de la Policía, Pedro Diez-Pintado, y el comisario general de la Policía Judicial, Jesús Espigares. Martí Fluxá viajará la semana que viene a Málaga para estudiar medidas para atajar el problema. La semana pasada dirigentes del PSOE informaron que Málaga, con un 10%, es la provincia andaluza en la que más aumentaron los delitos en el primer semestre de este año. En la capital se incrementaron un 14% y en Marbella, un 20%. La policía admitía el domingo, en un comunicado. que "en el primer trimestre la delincuencia subió un 17%", pero lo justificaba en que durante 1998 "no se computaban los delitos de Marbella". La nota policial añadía que los delitos en la provincia descendieron en agosto un 42% y se situaron por debajo de los niveles de 1998. La juez que instruye el caso del triple crimen del Puerto de la Torre, Aurora Santos, ha decretado secreto el sumario. Se sabe, sin embargo, de fuentes de la investigación, que las tres víctimas eran varones. Los tres cadáveres fueron encontrados en una masamata de principios de siglo, en la calle Zurita, por un vecino y amigo, un albañil llamado Juan. Uno estaba cerca de la entrada de la casa, acuchillado y acribillado a balazos. Los otros dos estaban calcinados sobre un colchón del que lo único que no ardieron fueron sus muelles. El inquilino de la casa, y única de las víctimas identificada, era Israel R. B., barrendero de Limasa, que estaba últimamente de baja por depresiones. Israel, apodado El Gordo, era una persona muy apreciada en el barrio y carecía de antecedentes policiales. La noche del lunes, poco antes de que lo mataran, estuvo cenando en casa de su vecino Juan, que le estaba ayudando a acondicionar la casa de una sola planta y 70 metros cuadrados, tres dormitorios, una cocina, un cuarto de baño y un patinillo, que había alquilado hace un mes para vivir con su novia Ana. Al principio se pensó que Ana era una de las víctimas calcinadas, pero una vecina declaró que estuvo hablando con ella ayer mismo. Israel estaba la noche en que lo mataron con un amigo de Coín, Salvador, al que conocen por El Borolli, "un muchacho finito y con el pelo largo", dice una vecina: "El Borolli debe ser uno de los que encontraron en el colchón. El otro, Antonio, El Igli, porque tiene gafas y, además, parece que también ha habido un incendio en su casa". La semana pasada hubo un incidente en la vivienda en donde aparecieron los cadáveres. Israel se enfadó con su novia, porque había dejado entrar a una vecina y se encerró en la casa. No dejaba entrar a nadie, e incluso otra vecina dice que llegó a gritar "que se iba a matar". Ana avisó a un coche de la policía que pasó por allí. Cuentan en el barrio que vinieron los bomberos para entrar en la casa "y lo encontraron durmiendo". Otras versiones de este mismo incidente hablan de "una bronca por cosa de drogas". Pero la policía no considera el Puerto de la Torre como una zona conflictiva. Parece establecido que las muertes ocurrieron en la madrugada del lunes al martes y que los cadáveres estuvieron allí todo el día 21 hasta que el vecino que ayudaba en las obras, que tenía llave, los encontró por la noche.