El IPC español ha duplicado su diferencial con los países del euro desde que aprobó el examen
Desde que España aprobó el examen para formar parte del euro, en la primavera de 1997, el diferencial de inflación con los demás países que se incluyeron en la moneda única se ha multiplicado por más de dos. En abril de ese año, la brecha era de medio punto, y en agosto pasado, según publicó ayer Eurostat, se ha elevado a 1,1puntos, una décima más que en julio. España es, además, uno de los tres países, junto a Holanda e Irlanda, que rebasan el límite del 2% fijado por el Banco Central Europeo (BCE) como techo máximo de inflación para los Once.
Mientras que la mayoría de los demás países del euro ha reducido su inflación en ese periodo, en España ha sucedido lo contrario. En abril de 1997, una vez conocida la lista de aprobados para la moneda única, la inflación española era del 1,9%, y la media de la Unión Monetaria, del 1,4%. En agosto de 1999, España ha aumentado hasta el 2,3% y la media de los países del euro se ha reducido al 1,2%.El resultado es que el diferencial de inflación se ha más que duplicado (de 0,5 puntos a 1,1) en ese periodo. Respecto del conjunto de países de la UE, esa diferencia se ha multiplicado casi por cuatro: de 0,3 puntos a 1,1. Esa brecha de inflación refleja que España ha perdido capacidad de competir en el entorno europeo.
Como contrapartida, el crecimiento económico español se ha ampliado con respecto a la media de la UE en ese periodo. España crecía a mediados de 1997 a una tasa del 3,5%, y la media de los Once estaba en el 2,8%. Ahora, el crecimiento español ronda el 3,7%, y el resto de socios de la moneda única se sitúa en el 2%.
Los resultados del índice de precios al consumo armonizado con criterios comunes en la UE, publicado ayer por Eurostat, refleja que España ha empeorado su posición relativa. En relación a julio, la inflación española ha aumentado dos décimas (hasta el 2,3%), mientras que la media del euro ha aumentado una (hasta el 1,2%), con iguales resultados para el conjunto de la UE.
Desde marzo de este año, la inflación española supera, además, el 2% del límite de inflación fijado para el conjunto de los países del euro por el Banco Central Europeo (BCE). Éste es el nivel máximo señalado por el BCE como compatible con su política monetaria y con los Programas de Estabilidad y Crecimiento.
Además de España, ese techo ha resultado superado en agosto únicamente por Holanda (2,5%) e Irlanda (2,4%). La referencia del BCE está fijada como inflación media todo el ejercicio, por lo que habrá que esperar a finales de año para calibrar las consecuencias. En el nivel más bajo se situaron en agosto Francia y Austria (0,5%), seguidos de Alemania (0,7%). Respecto de estos países, España tiene en la actualidad una inflación más de cuatro veces superior.
Por sectores, el transporte, junto al turismo y la vivienda (3,7% en todos ellos), han sido los más inflacionistas en agosto. En la unión monetaria, el primero de ellos ha registrado una inflación del 2,7%, igual que la media de la UE, lo que indica un impacto menor de la actual crisis del petróleo.
Aun en un sector como el de comunicaciones (teléfono), en el que los precios españoles han bajado (un 1,4%), la reducción en el conjunto de países del euro (un 5,2%) la ha superado con creces, igual que ha sucedido en la media de la UE (un 4,6% de descenso).
Pese a estos resultados, el secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, resaltó ayer en el Congreso los logros de la legislatura: el crecimiento económico supera al de los precios, se va a crear más empleo que riqueza, es la primera vez que se supera una crisis internacional sin dañar el crecimiento y la economía española se ha internacionalizado.
Por su parte, el responsable de Economía del PSOE, Juan Manuel Eguiagaray, resaltó: "Tenemos un problema con la inflación, sobre todo con el diferencial respecto de la UE, y esto responde a que ustedes no han resuelto las rigideces y la falta de competencia en los mercados".
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