Defensa saca a subasta suelo en Sevilla para obtener plusvalías

Mientras el precio del suelo en Sevilla no para de subir, el Ministerio de Defensa saca a subasta por 130.000 pesetas el metro cuadrado de salida sus terrenos de la antigua fábrica de Pirotecnia Cross, lo que -según la Gerencia Municipal de Urbanismo de Sevilla- incidirá aún más en el incremento del coste de la vivienda. El delegado de Urbanismo del Ayuntamiento hispalense, el andalucista Rafael Carmona, criticó ayer duramente la actitud del ministerio por su "incomprensión e intolerancia" hacia los ciudadanos de Sevilla, y hacer la subasta de espaldas al Consistorio "como ocurrió con Tablada". Según Carmona el precio final del suelo podría llegar hasta las 400.000 pesetas por metro cuadrado. El delegado de Urbanismo anunció que llevará al pleno una moción en la que se insta a Defensa a invertir la plusvalía obtenida por la subasta de estos terrenos en la rehabilitación de la Fábrica de Artillería, edificio cedido a la ciudad por este ministerio. Aunque la Gerencia Municipal de Urbanismo, bajo mandato del PA, ha sacado a subasta varios terrenos para pisos de renta libre con los que ha conseguido en los dos últimos años ingresos por 3.963 millones de pesetas y no los ha utilizado, como manda la ley, para regular el mercado del suelo. La Consejería de Obras Públicas propuso un método alternativo a la subasta en el que se calcula la media sobre las ofertas presentadas y se adjudica a la mayor que no supere el 10% de la media, lo que ayuda a que los precios no suban demasiado pero ni Defensa ni Urbanismo lo han aplicado. Carmona informó que Urbanismo promoverá la construcción de 218 viviendas en colaboración con la Consejería de Obras Públicas, en una parcela aledaña a la que subasta Defensa. Estas viviendas están destinadas a jóvenes y están sujetas a régimen especial de alquiler con un precio de 20.000 pesetas mensuales. Curiosamente esta fue una proposición que llevó a pleno el grupo municipal de Izquierda Unida el 15 de julio de 1998 y que le valió que el entonces delegado de Participación Ciudadana, el andalucista José Luis Villar, les llamara "demagogos".