La elección de comisiones en Vizcaya abre otra crisis entre PNV y EH

VIENE DE LA PÁGINA 1 El PNV, a través de Iñigo Iturrate, uno de los vicepresidentes de las Juntas Generales, consideró lógica la entrada del PSE en una presidencia de las comisiones debido a la inestable situación del gobierno de la Diputación, en minoría con el único apoyo de la coalición PNV-EA (21 de los 51 apoderados en la Casa de Juntas de Gernika). "Hemos tenido conversaciones con Euskal Herritarrok y el Partido Socialista y entendíamos que tenían que estar al frente de algunas comisiones porque no contamos con mayoría absoluta. Si hubiéramos querido, con los votos actuales hubiéramos copado todas las presidencias, pero la situación no es para eso". EH discrepó de las argumentaciones del PNV y negó que hubiese un acuerdo previo. "Sin saberlo, y sin nuestro apoyo, hemos logrado una presidencia. Pero la hemos rechazado porque detrás hay un pacto que nos parece peligroso, donde sólo se ha acordado un reparto de poder puro y duro", afirmó la juntera Maite Barreña, quien había sido elegida como presidenta de la comisión de Acción Social. La juntera abertzale supeditó el acceso de EH a la presidencia de esta comisión, e incluso su entrada en el gobierno foral, a la salida del PSE de la de Infraestructuras. Sin embargo, un portavoz de las Juntas confirmó que el reglamento impide cambios en los presidentes salvo la dimisión a iniciativa propia. Barreña dijo que "se ha roto" el consenso anterior de su formación con PNV y EA. "Conseguimos un trabajo en común para que hubiera una comisión más, la de Cultura y Euskera. Pensábamos que habría un acuerdo para la constitución de las comisiones y hasta esta mañana [por ayer] habíamos hecho gestiones. Pero el PNV no ha jugado limpio". "Incomprensible" Ibon Arbulu, calificó de "preocupante e incomprensible" la postura mantenida ayer por el PNV en las Juntas vizcaínas. Y añadió que tenía una lectura más profunda. "Aquí no está en juego la presidencia de unas comisiones, sino la determinación política para consolidar el proceso democrático iniciado en septiembre", con la tregua de ETA y el Acuerdo de Lizarra. Ante ello, el dirigente de EH emplazó al PNV a definir su postura. "No es tiempo de ambigüedad. Emplazamos al PNV a que diga si está dispuesto a colaborar con las fuerzas que boicotean el proceso, o si está con los que lo impulsamos. Que aclare su postura y deje de mirar al Estado español y a sus sucursales, y mire a Euskal Herria", exigió. Arbulu afirmó que, desde hace dos meses, EH ha observado "que hay sectores del PNV contrarios al proceso democrático y de soberanía". Citó ejemplos concretos, como la "falta de voluntad del PNV" a llegar a acuerdos con EH en los municipios, la parálisis en la negociación para formar gobierno en Vizcaya, las condiciones del alcalde de Bilbao Iñaki Azkuna a los concejales abertzales para un posible pacto en la capital y el distinto mensaje de las concentraciones del pasado viernes auspiciadas por las diputaciones de Vizcaya y Guipúzoca. El portavoz PSE-EE en las Juntas vizcaínas, Josu Montalbán, dijo que el acceso de su partido a una presidencia "ha sido un acuerdo por el PNV para un tema concreto" y negó que sea la antesala de un posible pacto. De hecho, en las reuniones entre las direcciones de ambos partidos los peneuvistas han mostrado su apuesta por un pacto con EA y EH.