Murueta acuerda con los trabajadores reflotar Astilleros Reunidos del Nervión
Cinco años después de cerrar sus instalaciones, las gradas de Astilleros Reunidos del Nervión (ARN) pueden volver a construir barcos. Astilleros Murueta, a través de la sociedad Bilbao Centro Naval (BCN), ha presentado una oferta a trabajadores y acreedores de 1.200 millones para recuperar su actividad de construcción naval. ARN, ubicado en la ría del Nervión, se encuentra en la actualidad en quiebra con un pasivo exigible cercano a los 15.000 millones de pesetas y cesó en su actividad tras entregar un buque maderero para Rusia.
La oferta de BCN supondrá al final la incorporación de 120 trabajadores de la antigua ARN a partir del 2001, cuando el astillero recupere la licencia de construcción naval suspendida por los acuerdos alcanzados durante la quiebra de la sociedad. Los primeros operarios, unos 10, arrancarán con la actividad del astillero a primeros del año próximo, según el acuerdo alcanzado con las centrales sindicales. La propuesta de Bilbao Centro Naval deberá ser ratificada por la junta general de accionistas de ARN el próximo día 13 de octubre. La sociedad, aunque se encuentra en quiebra y bajo administración judicial, está controlada en más de un 60% por los antiguos trabajadores de la sociedad. En el convenio que supondrá la liquidación de la quiebra de ARN y el traspaso de su actividad a BCN, se aportarán 550 millones de pesetas para pagar los compromisos con los trabajadores de ARN. El resto, hasta completar los 1.200 millones, servirán para cumplir con el resto de acreedores (Seguridad Social, Hacienda y Gobierno vasco). BCN, que lleva negociando casi dos años hacerse con el control de ARN, comenzó a fraguar su estrategia hace casi seis meses, cuando compró por 200 millones de pesetas buena parte de los activos de ARN propiedad del Instituto de Crédito Oficial (ICO). La institución oficial se hizo con su propiedad al ejecutar un crédito hipotecario. El objetivo de BCN, cuyos accionistas son comunes a los de Astilleros Murueta, es hacerse con la totalidad de las instalaciones de Astilleros Reunidos del Nervión. Asi, las gradas de Desierto-Erandio se destinarían a la construcción de buques de hasta 140 metros de eslora. Las de Axpe-Erandio se convertirían en un taller auxiliar que trabajaría para Astilleros Españoles, entre otras sociedades, y las de Burceña-Baracaldo, a desguace o alguna otra actividad auxiliar del sector naval. De no conseguir un acuerdo global para hacerse con la totalidad de las instalaciones, BCN se conformaría con lograr un acuerdo que afecte a la factoría de Desierto-Erandio, según fuentes del sector. ARN, fruto de la unión de tres astilleros de la ría del Nervión (Tomás Ruiz de Velasco, Cadagua y Marítima de Axpe) llegó a contar con una plantilla de unos 500 trabajadores a mediados de los ochenta. ARN acentuó su crisis tras cerrar un contrato de construcción de cinco buques madereros para la Unión Soviética. La desaparación de la URSS en plena fabricación de los buques supuso una complicación en la financiación al astillero vasco, lo que precipitó la suspensión de pagos primero, la quiebra después y su posterior cierre definitivo en 1996.
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