El regreso de los 'niños de la guerra'

Ayer volvieron a España 30 de los 274 niños y niñas que fueron evacuados el 12 de febrero de 1939 de Bilbao y Barcelona, hace 60 años, para librarles, en lo posible, de los horrores de la guerra civil española. Han regresado porque muchos de ellos tenían una cuenta que saldar: conocer el país en el que habían nacido. Todos proceden de la ciudad de Micheroux-Soumange, en las afueras de Lieja, en Belgica. Hasta allí les llevaron los trenes fletados por la Sociedad General Cooperativa, cuando tenían entre 3 y 14 años. Luego fueron repartidos entre familias humildes de la ciudad belga, donde la mayoría se asentó definitivamente.Ahora cuentan con más de 70 años, la mayoría habla mal el castellano y otros lo han olvidado. Su vuelta ha sido posible gracias a la ayuda de la Fundación Largo Caballero y el sindicato UGT que les han pagado el billete. Estarán en España hasta el próximo martes día 28 y visitarán Toledo y Alcala de Henares.

La delegación la encabeza Tina Cappa, presidenta de la Asociacion Los Niños de la Guerra, 1937-1939, de Liége et Anvirons. Tina nació en la localidad montañesa de Viernoles en la provincia de Santander. Fue evacuada junto con sus otros cuatro hermanos desde Barcelona, donde un bombardeo acabó con la vida de su madre. Ella resultó herida en otro ataque de aviones. Cuando se recuperó, comenzó el largo viaje. Con ocho años supo por su madrina que sus verdaderos padres eran españoles y que vivía con sus padrinos. "Desde entonces, las fotografías de mis padres están en la cabecera de mi cama", explica. Sus hermanos fueron repartidos a familias diferentes de Belgica. Cada tres o cuatro meses sus respectivos padrinos reunían a todos los hermanos. "Nadie quería que esa jornada terminara", recuerda. En la tarde de ayer todavía no sabía nada de su padre, "era militar del ejercito republicano".

"Hoy estamos en una España libre donde se puede hablar sin miedo y todos juntos haremos votos para que siga siempre siendo libre, solidaria y respetuosa de los derechos humanos", sentencia.

Pero la historia de Tina Cappa no es especial. Cada uno de ellos tiene la suya propia. Francisco Santín, nació en Sestao y con solo cinco años fue evacuado, también hacia Lieja. Lo único que recuerda de aquel horror era cuando estaba jugando en la estación del ferrocarril y los bombardeos le obligaban a protejerse debajo de los vagones aparcados en las vias.Luego su madre le gritaba para que se metiera en el refugio. El resto de sus recuerdos de la infancia es de Bélgica. Francisco, bastante bien informado de la situación politica actual en España, recrimina al PP por no condenar en el Congreso de los Diputados "el golpe fascista que provocó aquella guerra"

En la tarde de ayer fueron recibidos por el secretário general de UGT, Cándido Méndez. "A pesar de que ahora todos somos europeos, le hemos pedido su ayuda para conseguir la nacionalidad española. Porque todos somos españoles ", sentencian.