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Un juez de Belfast acepta una querella contra la liberación de presos del IRA

La hija de una pareja unionista asesinada por extremistas republicanos hace seis años consiguió ayer apoyo judicial para desafiar la declaración británica de que el Ejército Republicano Irlandés (IRA) cumple con el alto el fuego en el Ulster. En una decisión que podría tener inesperadas repercusiones en el proceso de paz en Irlanda del Norte, un tribunal de Belfast aceptó en principio estudiar la demanda presentada por Michelle Williamson y dijo que dará a conocer su veredicto en dos semanas.

El intento de Williamson, cuyo padre, George, y madre, Gillian, perecieron despedazados por una bomba del IRA lanzada contra una oficina de paramilitares protestantes en Shankill Road en octubre de 1993, podría lograr que el tribunal encabezado por el juez Brian Kerr emplace a Mo Mowlam, la ministra británica para Irlanda del Norte, a que defienda su declaración de que el IRA no ha violado el alto al fuego.Esa postura, reafirmada el pasado 26 de agosto por Mowlam, ha enfurecido a los unionistas, que sostienen radicalmente lo contrario y que supeditan sus conversaciones con el Sinn Fein, el brazo político del IRA, a un desarme inmediato de esa organización paramilitar católica.

Lo que se avecina es una larga batalla legal que promete complicar aún más la búsqueda de una fórmula capaz de rescatar el alicaído proceso de paz en el Ulster. Williamson, una funcionaria pública de 32 años y que cuenta con el apoyo de los unionistas, es una activa representante del movimiento que se opone a la amnistía que, de acuerdo con el plan de paz, debe poner fin al encarcelamiento de aproximadamente 400 paramilitares del Ulster, incluyendo a altos miembros del IRA. En la demanda, Williamson solicita que se detenga la liberación de presos de la organzación republicana.

"Estoy feliz de que por fin haya una oportunidad de conseguir justicia para mi madre, mi padre y todas las víctimas de la violencia", declaró ayer Williamson. El apoyo de los unionistas a la causa de Williamson no pudo estar mejor ilustrado: contó ayer con la presencia de David Trimble, el ministro principal del Gobierno en ciernes y líder del protestante Partido Unionista del Ulster.

Pleno respaldo

Este caso, dijo Trimble, debe ser considerado en el marco del llamado Acuerdo de Viernes Santo, el histórico pero frágil pacto político entre los antagonistas protestantes y católicos que, desde abril del año pasado, trata en vano de acabar con la violencia en el Ulster. "Michelle cuenta con mi pleno respaldo", subrayó el líder unionista.

Para los unionistas, el programa de excarcelaciones debe contemplar única y exclusivamente a ex militantes de bandas paramilitares que han renunciado a la violencia, caso que, en opinión del UUP, no involucra al IRA. Sir Ronnie Flaganan, jefe de la policía predominantemente protestante del Royal Ulster Constabulary (RUC), acusó a extremistas republicanos del asesinato de un hombre en Belfast el mes pasado y de una conjura para importar armamento de Estados Unidos con destino al arsenal del IRA. Flanagan advirtió hace pocos días que elementos del IRA estarían preparando "una nueva campaña terrorista".

Si la acción iniciada por Williamson tiene éxito, Mowlam podría verse obligada a revisar la postura de Londres y, en ese sentido, podría desatar la furia nacionalista.

Pat Doherty, vicepresidente del Sinn Fein, declaró ayer en Belfast que el apoyo unionista al caso Williamson demuestra que Trimble está intentando "forzar la agenda política". "Su actitud demuestra que las políticas unionistas están dominadas por la intransigencia", dijo en una rueda de prensa en Stormont.

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