Ruiz-Gallardón y el alcalde cambian de planes en Chamartín

VIENE DE LA PÁGINA 1El vicepresidente regional, Luis Eduardo Cortés, ya ha anunciado su oposición a las intenciones del Ayuntamiento. "Se tienen que hacer todas las infraestructuras sin rebajar el número ni la calidad y con la condición de que se deben financiar con las plusvalías de la operación. Las administraciones no deben poner dinero".

El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, le replica: "La Castellana es una calle fundamental de Madrid y yo no quiero que los sistemas generales me los haga un promotor privado. El Ayuntamiento va a ser el promotor, el ejecutor de la Castellana, y va a financiar esa calle y los dos ejes transversales". A juicio del concejal, nunca "ha habido un consenso" sobre que la Operación Chamartín no se fuera a financiar con dinero público: "Sólo ha habido declaraciones personales".

Además de invertir en las infraestructuras, el gobierno municipal tiene intención de participar también como promotor inmobiliario merced a los terrenos donde se ubican las cocheras de Renfe de Fuencarral y al 10% de suelo que le corresponde por las cesiones que la Ley del Suelo marca a favor de los municipios. "Entre sus suelos patrimoniales y ese 10% de cesión, el Ayuntamiento va a tener del orden del 300.000 metros cuadrados", señala Del Rio. El suelo afectado por la Operación Chamartín es de 3.120.000 metros cuadrados. En ellos se incluyen tanto esas cocheras como los terrenos del Canal de IsabelII. El acuerdo para el traslado de ambas instalaciones está muy próximo. Queda pendiente también por precisar la edificabilidad que tendrá la Nueva Castellana. En los terrenos hay previstos entre 12 y 15 rascacielos. La edificabilidad definitiva sólo se conocerá cuando estén construidos los rascacielos. "¡Dios dirá!; cuando se vea cuántos pisos tienen los rascacielos, se conocerá realmente la edificabilidad", afirma Cortés. Del Río, por su parte, considera que se podrán edificar 0,75 metros cuadrados por cada metro cuadrado de suelo. Es decir, un 25% más que lo marcado en el Plan General de Madrid (0,60). Ese aumento se destinará a los rascacielos, manteniéndose las viviendas en el límite de la eficabilidad moderada marcada para el resto de la Castellana.

Del Río no rechaza que parte de esas viviendas sea de precio protegido, pero en régimen de alquiler y no de venta: "En principio, no está contemplada vivienda protegida en la Operación Chamartín, pero la Ley del Suelo dice que habrá pisos de protección oficial en los nuevos desarrollos urbanos. En el caso de que finalmente sea así, mi opinión es que en los terrenos del Ayuntamiento se hagan inmuebles para oficinas, o también podrían ir esas viviendas protegidas, pero con un precio de alquiler controlado".

En la Operación Chamartín, Renfe pone el terreno de sus instalaciones, y Argentaria, que ganó un concurso convocado por la compañía ferroviaria durante el mandato socialista, el dinero para urbanizar toda la zona.

Con parte de las plusvalías que consiga Argentaria en esa operación urbanística se financiarían las infraestructuras públicas que le reclaman las administraciones madrileñas.