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Los sindicatos dudan de las promesas institucionales de crear más pisos para jóvenes

Las políticas de vivienda para jóvenes están de moda en Cataluña. La Generalitat y numerosos ayuntamientos anunciaron meses antes de los pasadas elecciones municipales la intención de poner en marcha promociones de pisos de alquiler destinados a personas menores de 30 años. A pesar de considerarlo positivo, algunas entidades juveniles ponen en duda que estas promesas se materialicen y tachan estos anuncios de "electoralistas".

A principios del pasado mes de abril, la Generalitat presentaba un plan especial de vivienda para personas entre 18 y 29 años que prevé la construcción de 800 inmuebles de alquiler en 25 localidades catalanas durante los tres próximos años. El precio de estos pisos oscilará entre las 18.000 y las 24.500 pesetas al mes, según la zona. Estas cantidades, muy por debajo de las del mercado, son factibles porque el suelo es cedido por los ayuntamientos donde se levantarán estos edificios y el Instituto Catalán del Suelo. Estas construcciones, de unos 50 metros cuadrados, están pensadas para cubrir las necesidades de jóvenes que acceden a la primera vivienda o que deben cambiar temporalmente de residencia por motivos laborales o de estudios. La duración máxima de los contratos de alquiler será de cinco años. Varias entidades juveniles han manifestado su "satisfacción" por el plan, que constituye la primera actuación directa de la Generalitat en el terreno de la promoción de viviendas. No obstante, el sindicato Avalot-Joves, de la UGT, advierte del "posible electoralismo" que pueden implicar tanto este anuncio como el efectuado paralelamente por varios municipios. La dirección de Avalot considera que el numero de viviendas previstas en el plan de la Generalitat es "del todo insuficiente". Según esta formación, un 80% de los jóvenes menores de 30 años viven en el domicilio de los padres. Además, este sindicato considera que la exigencia de disponer de un puesto de trabajo estable para acceder a una de estas viviendas choca con la elevada tasa de desempleo juvenil, situada alrededor del 35%, que se registra en Cataluña. Por lo tanto, sus dirigentes afirman que "este plan está destinado a una minoría de jóvenes". Barcelona y Sabadell son las poblaciones catalanas pioneras en la promoción de viviendas de alquiler para menores de 30 años. La capital catalana recientemente ha entregado las llaves a los primeros inquilinos que se beneficiarán de los 431 pisos incluidos dentro del proyecto denominado Les vores del cinturó. Por su parte, la ciudad del Vallès hace algo más de dos años que puso a disposición de sus usuarios 100 de las 200 viviendas que integran un proyecto que se prevé concluido en el 2000. El parque de pisos de alquiler gestionado por la Empresa Municipal de Vivienda de Sabadell (Vimusa) está repartido por los cuatro puntos de la ciudad, excepto el centro, que carece de suelo urbanizable. Los precios de estos inmuebles oscilan entre las 21.000 y 35.000 pesetas al mes, cuando las tarifas medias que se registran en la población se sitúan en torno a las 60.000 pesetas al mes. Apuesta deficitaria Para acceder a estas viviendas no es necesario tener un trabajo estable, ni siquiera se exige una nómina, aunque sí se debe superar en 2,5 veces el salario mínimo interprofesional. Además, este proyecto, cuya intención es fomentar la diversidad mediante la convivencia de diferentes tipos de jóvenes, reserva un 15% de los pisos para personas que viven situaciones familiares complicadas, como las madres solteras. La concejal de Juventud del consistorio sabadellense, Olga Jiménez, asegura que esta iniciativa "es una apuesta que sale deficitaria para las arcas municipales, pero es socialmente necesaria". No obstante, los sindicatos prefieren estimular el acceso a la vivienda en propiedad a través de cooperativas que faciliten la edificación de inmuebles de protección oficial. Durante este año, el Ministerio de Fomento financiará la construcción de 79.405 viviendas de protección oficial con un presupuesto que supera los 820.000 millones de pesetas, y Madrid, Cataluña y Andalucía son las comunidades con un número mayor de actuaciones previstas. El sindicato Avalot considera que a este sistema se acogen sobre todo jóvenes y que "se ignora su realidad y sus problemas, negándoles así la solución". Esto se debe, principalmente, a que estas promociones están destinadas a personas con "ingresos y trabajo estable", que constituyen "una minoría".

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