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146.000 ciudadanos de Sabadell estuvieron desde el jueves hasta ayer sin agua a causa de las pasadas tormentas

Primero fueron los problemas con la luz, luego le tocó al agua. Cerca de 146.000 sabadellenses pasaron casi 24 horas sin una gota. El corte del suministro al 80% de los ciudadanos de la capital del Vallès Occidental empezó el jueves por la tarde y no terminó hasta ayer pasado el mediodía. Las lluvias torrenciales que cayeron entre el martes y el miércoles colapsaron la planta potabilizadora que la empresa de la Generalitat Aigües Ter-Llobregat tiene en Abrera (Baix Llobregat). La planta se paró el martes por la noche y su funcionamiento no se reanudó hasta ayer por la mañana. Tras las tormentas, el "agua del Llobregat fue lodo durante dos días y era imposible de tratar", afirma el presidente de Aigües Ter-Llobregat, Francesc Vilaró. El jueves por la tarde, la planta de Abrera agotó sus reservas y, a falta de recursos alternativas, dejó de suministrar agua. "A veces se para 10, 15 o 24 horas, pero 48 horas es algo excepcional, no había ocurrido en los últimos cinco años", explica el director de explotación de la planta de Abrera, Fernando Gutiérrez. Según la Compañía de Aguas de Sabadell (Cassa), durante 70 horas se distribuyó el agua de los depósitos de reserva de Sant Quirze y de las plantas de Terrassa y Cerdanyola, que abastecen al 20% de los sabadellenses, pero el jueves se agotaron los recursos. "Aguantar más de 48 horas con las reservas de agua es imposible", afirman fuentes de Cassa. Pero el agua no falto al Hospital de Sabadell ni a los centros médicos y a los bomberos. Rubí y Sant Quirze también tuvieron problemas con la calidad y la presión del agua, pero el suministro en estas localidades sólo se cortó de forma esporádica. En 11 poblaciones del Garraf, la Anoia y el Baix Llobregat también hubo problemas con el agua. El PSC, a través de Manel Nadal, ha exigido responsabilidades al Gobierno de CiU: "El presidente de Aigües-Ter, Francesc Vilaró, el consejero de Medio Ambiente y el de Política Territorial tienen que dar explicaciones, y pedimos responsabilidades políticas por la grave improvisación y la falta de soluciones." Para Nadal, es imperdonable que "una empresa como Aigües Ter-Llobregat, con un superávit de más de 1.000 millones al año, se dedique más a la proyección del trasvase del Ródano que a solucionar los problemas de conexión que Aigües Ter-Llobregat tiene entre sus plantas de Cardedeu y Abrera". La primera se abastece de aguas del Ter y la segunda lo hace del Llobregat. En opinión de Vilaró, sin embargo, no es un problema de "tuberías", sino que "la calidad y la cantidad del agua del Ter, de ocho metros cúbicos por segundo, es insuficiente para abastecer a toda la población". "Por eso cuando nos hemos quedado sin el agua del Llobregat hemos tenido restricciones", explicó.

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