Villa del Prado pidió 100 veces que se estudiase su 'Capilla Sixtina'

El alcalde de Villa del Prado, Carlos González, del PP, explicó ayer que llamó "más de 100 veces" a la Dirección General de Patrimonio para que se estudiase el interior de la iglesia parroquial del municipio. En esta iglesia, la Consejería de Educación llevaba a cabo trabajos de rehabilitación de su exterior desde hace nueve años. Pero a principios de éste los técnicos emprendieron la reforma de su interior y descubrieron entonces que todo el templo estaba recubierto de pinturas de los siglos XV a XVII. (Véase EL PAÍS de ayer)."La iglesia, que es monumento histórico, es una maravilla. Los arquitectos de la Comunidad están asombrados, ya que no sólo las pinturas, sino el sistema constructivo es impresionante. Grandes maestros intervinieron en su construcción", relata el regidor. Parte de los frescos que han salido a la luz como consecuencia de las obras de restauración del conjunto de la iglesia de Santiago en Villa del Prado eran conocidos por muchos vecinos, aunque no les habían dado importancia hasta ahora. Víctor, que fue monaguillo de esta iglesia hace 55 años, manifestó a Efe: "Los niños teníamos la costumbre de rascar con la uña las paredes de yeso, y siempre se veía debajo que había pinturas". "Incluso el párroco de entonces, que se llamaba don Paulino, lo comunicó al obispado, pero desde entonces", señaló este vecino, "no he vuelto a saber nada hasta ahora de este asunto".

Al realizar las primeras labores de rehabilitación del interior del templo y mover el retablo mayor se descubrió una impresionante yesería gótica (siglo XVI) y numerosas pinturas. La Consejería de Educación efectuó entonces decenas de catas para comprobar cuáles eran las dimensiones reales de los frescos. Así se ha comprobado que las pinturas están presentes en el techo del ábside, las dos capillas laterales, en el frontal del altar mayor y en las columnas que lo rodean, viéndose en ellas, de forma clara, rostros y cuerpos de varios personajes adornados con orlas de vivos colores. Toda la bóveda está decorada con estrellas y presidida por un Padre Eterno.