Hallan bacterias idénticas en el Mediterráneo y en la Antártida
El Mediterráneo y la Antártida, lugares climatológicamente antagónicos entre sí, mantienen grandes similitudes en el tipo de microorganimos que acogen. Al menos, las exploraciones realizadas a 200 metros de profundidad por un grupo de investigadores del Centro de Biología Molecular y Celular de la Universidad Miguel Hernández de Elche, arrojan esta conclusión. Las bacterias, denominadas de vida libre, halladas por los científicos en ambos enclaves, mantienen idénticas características. El proyecto de investigación, nacido hace nueve años, pretende catalogar todas las bacterias existentes en los fondos marinos "para saber qué es lo que hay en el Mediterráneo", apuntó el investigador principal del proyecto, Francisco Rodríguez Varela. La investigación se divide en la realización del estudio en mar abierto, y en el muestreo sobre los microorganismos existentes en un hábitat límite como son las Salinas de Brass de Port del parque natural de Santa Pola. El departamento de Microbiología, Parasitología y Biología Animal de la Universidad ilicitana destaca el desconocimiento sobre cómo la diversidad genera poblaciones de bacterias, pese a la gran importancia que estos elementos pueden tener para la industria biotecnológica. El objetivo de la investigación se enmarca dentro del proyecto europeo Midas e intenta establecer un marco diseñado para medir la diversidad y recuperar microorganismos de gran importancia para la industria a partir de ecosistemas marinos. Los objetivos específicos del proyecto se basan en desarrollar técnicas moleculares para examinar la biodiversidad de los sistemas marinos y desarrollar estrategias que permitan aislar microorganismos que puedan ser susceptibles de una utilización comercial. Para analizar la biodiversidad marina los expertos realizan cultivos sobre los que efectúan un análisis del ADN. Sobre este muestreo se recolectan, finalmente, las bacterias. Con ellas los investigadores pretender realizar un catálogo de las especies más características. "Un romero se sabe qué es, pero en cuanto a las bacterias, no se ven, son todas iguales", señalan los expertos. Éstos inciden en que su investigación apunta a la obtención de pruebas de identidad sobre las que adquirir las características fisiológicas. Solicitud de un barco Los miembros del equipo investigador señalan la importancia de la microbiología evolutiva. En Estados Unidos la catalogación se realizó en el océano Atlántico y en el Pacífico. De ahí, según afirman, que esté completamente "submuestreado" gracias a que contaban con una embarcación oceanográfica. Los científicos de la Universidad Miguel Hernández consideran necesario un barco para investigar los fondos marinos que todavía no les ha sido facilitado.
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