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Gil sacará a Marbella de la Mancomunidad de la Costa del Sol tras perder la presidencia

El alcalde de Marbella, Jesús Gil, abandonará la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental después de que el primer teniente alcalde de Estepona, Manuel Sánchez Bracho (PP) le relevase ayer en la presidencia. Gil, que tras las elecciones municipales sólo ha obtenido tres vocales de los 22 que configuran la comisión gestora, aseguró en la sesión de investidura que "no se trata de una rabieta ni de una pataleta", sino que se va porque no está conforme con el canon que paga Marbella. El nuevo equipo de gobierno auditará las cuentas del organismo.

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El presidente saliente anunció un pleno municipal en Marbella para aprobar la salida del organismo. "No vamos a aceptar seguir pagando el canon de 44 millones de pesetas, el 34% del total, mientras otras localidades pagan 248.000 pesetas y tienen el mismo voto", aseguró Gil, quien amenazó con no abrir la sesión de investidura si no se le permitía leer un resumen del informe de gestión de la Mancomunidad. "Y eso no significa renunciar a lo que nos corresponde", dijo en referencia a las advertencias del resto de los partidos políticos, que insisten en que su salida implica la pérdida de los servicios que presta el ente (gestión del agua y la basura, entre otros). El alcalde de Marbella abandonó la sala después de que se materializase el pacto entre todas las formaciones políticas (PP, PSOE, IU y Grupo Independiente de Benalmádena) para investir a Sánchez Bracho como presidente. No esperó tan siquiera al nombramiento del concejal socialista de Mijas Antonio Rodríguez Leal como vicepresidente. IU obtendrá la oficina técnica y el GIB, que suscribió el pacto la semana pasada, un área aún sin concretar.

"Es hora de romper la falacia propagada de forma malintencionada por los grupos fascistas y autoritarios, de que es imposible el cogobierno de diferentes partidos políticos. A los demócratas nos unen muchas cosas", dijo Sánchez Bracho ante las críticas del alcalde marbellí contra el pacto. Como muestra citó el Ayuntamiento de Estepona, donde un pacto entre el PSOE, PP, IU y el Partido Andalucista desbancó de la alcaldía a Jesús Gil Marín.

Nueva etapa

Sánchez Bracho anunció el comienzo de "una nueva una etapa caracterizada por su espíritu abierto, dialogante por su respeto a la legalidad y a los procedimientos democráticos". Como primera labor se ha propuesto realizar una auditoría para conocer las deudas acumuladas por el organismo durante los cuatro años en que Gil lo ha presidido. Una auditoría que, por otra parte, calificó de "normal" tras un cambio en el poder.

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Señaló como uno de los principales retos el encontrar una salida para poder financiar la planta desaladora, que costó casi 9.000 millones de pesetas, y que todavía no se ha empezado a pagar ni a utilizar. Los intereses que se calcula puede haber generado la deuda se cifran en unos 2.000 millones. Gil mantiene que tenía asegurada el 85% de la financiación de la planta por fondos europeos y el resto por la Junta de Andalucía, pero que la llegada del PP al poder en 1996 frenó la inversión. Ayer declaró que ha realizado una propuesta a Decosol, la empresa concesionaria, para que Marbella adquiera la desaladora.

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