Un grupo de accionistas de Solán de Cabras se opone a la venta a Damm
La entrada de la cervecera catalana Damm en el capital de la embotelladora manchega Balneario y Aguas de Solán de Cabras ha derivado en una guerra entre las familias propietarias, ya que una parte de los accionistas pretende invalidar la compra. Carlos del Pozo, director de mercadotecnia de Solán de Cabras, declaró ayer que "el intento de entrada de Damm es hostil, ilegal y realizado con malas artes".
Carlos del Pozo es miembro de la familia Del Pozo, que controla el 33,3% de la compañía, y única rama de la familia vinculada con la gestión de la firma. Los Del Pozo aseguran que defenderán en los tribunales el derecho de adquisición preferente que les garantizan los estatutos y que, según ellos, no se ha respetado en la operación pactada con Damm.
La cervercera catalana ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) un acuerdo con dos de los tres socios propietarios de Solán de Cabras para adquirir su participación en la compañía, que suma el 66,6% de las acciones, valoradas en 16.000 millones de pesetas. Fuentes cercanas a la parte vendedora, la rama del presidente, Antonio García Cabanes, y la familia Sanz, aseguran que los Del Pozo nunca han tenido el dinero para realizar la oferta alternativa.
Los Del Pozo afirman que el pasado 3 de septiembre se realizó un requerimiento notarial en Cuenca para que los Sanz y los García Cabanes pasasen a retirar un aval por valor de 16.000 millones garantizado por Argentaria y la Caja de Ahorros de Castilla-La Mancha. Portavoces de esta última han asegurado que el crédito estaba disponible. El conflicto se traslada ahora a la junta de Solán del próximo octubre.
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