Arenas afirma que el PP es "progresista" y exige una mejora de su resultado en Cataluña

El secretario general del Partido Popular (PP), Javier Arenas, definió ayer a su formación como "profundamente progresista" justo el día después de que este partido se abstuviera en el Congreso de los Diputados y no condenara la sublevación de Francisco Franco en 1936. Arenas arropó en Barcelona al candidato de su partido a la presidencia de la Generalitat, Alberto Fernández Díaz, en la presentación de la lista electoral y volvió a exigirle que mejore el resultado que obtuvo Aleix Vidal-Quadras en 1995, a pesar de que todos los sondeos indican un retroceso del PP.

El PP presentó en el Hivernacle del parque de la Ciutadella la candidatura para las autonómicas, que supondrá una importante renovación de su grupo parlamentario y la exclusión de los vidalquadristas más significados. Arenas afirmó que la lista representa a la "Cataluña plural" -una de las ideas fuerza para la campaña- y subrayó que se trata de una "candidatura de progreso". Arenas reclamó para el PP la condición de "profundamente progresista" y puso algunos ejemplos de la política que ha aplicado el Gobierno de José María Aznar que en su opinión lo demuestran. Entre otros aspectos, citó las medidas para incentivar la creación de empleo y subrayó que la viabilidad del sistema de pensiones depende precisamente de la ocupación. Y añadió, como pruebas para sustentar su tesis, dos puntos que a su juicio han caracterizado la acción de gobierno desde 1996: la promoción del diálogo social y la mejora de la competitividad, que consideró un paso previo para poder ejercer la solidaridad. En esta precampaña, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, también ha reclamado para Convergència i Unió (CiU) la condición de progresista, con lo que todos los partidos con posibilidades de obtener representación se consideran a sí mismos progresistas. Las manifestaciones de Arenas se produjeron el día después de que el PP se abstuviera en la proposición no de ley del Congreso que condena "el golpe fascista militar contra la legalidad republicana" de 1936. El secretario general del PP se refirió elípticamente al debate en el Congreso y acusó al Partido Socialista de "hurgar en las heridas del pasado". "¡Por favor! ¡Que no intenten dividir más por heridas pasadas que han quedado superadas por la Constitución!", exclamó. El dirigente del PP se mostró optimista ante las perspectivas electorales de su partido en Cataluña, a pesar de que todas las encuestas coinciden en augurarle un retroceso. Arenas se fijó el reto de "crecer respecto a 1995", año en que el PP obtuvo 17 diputados. Fernández Díaz eludió fijarse ningún objetivo cuantitativo y se limitó a señalar que el PP aspira a "ser decisivo", en consonancia con la estrategia que han diseñado sus colaboradores más próximos, que temen que un retroceso ponga en entredicho su liderazgo al frente del PP. Arenas aportó argumentos para exigir un nuevo crecimiento: "Vamos a crecer porque conectamos con el centro, con las personas moderadas, que representan un sector muy amplio de la sociedad catalana".