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Guipúzcoa adelantará tres años la inauguración, en el 2004, del segundo "cinturón" de San Sebastián

Mikel Ormazabal

El segundo cinturón de San Sebastián, como se denomina a la carretera que bordeará por el sur la metrópoli donostiarra, se abrirá al tráfico en el 2004, tres años antes de lo previsto, para aliviar el intenso tráfico que actualmente soporta la variante que circunvala la capital. Esta autopista, que formará parte del trazado de la A-8, se construirá en dos años, soportará 30.000 vehículos al día y será de pago. En el anteproyecto consta de 16 kilómetros de longitud desde Usurbil hasta Oiartzun, y cruzará las localidades de Lasarte-Oria, Hernani, Astigarraga y Rentería.

La variante de San Sebastián, construida en 1972 y que actualmente da continuidad a la autopista Bilbao-Behobia (A-8), aguanta un promedio de 95.000 vehículos diarios y registra niveles altos de siniestralidad -368 accidentes en 1998-. Su capacidad está al borde del colapso circulatorio. El Plan General de Carreteras del País Vasco contiene entre sus proyectos prioritarios el segundo cinturón de San Sebastián, llamado así pues rodea todo el tramo sur de la capital guipuzcoana. Al estilo de los cinturones que circunvalan Barcelona y las M-30 y M-40 de Madrid, esta nueva autopista pretende restarle tráfico a la actual variante de San Sebastián, que en el futuro se verá reducida a una carretera local y comarcal. La Diputación de Guipúzcoa concibe el segundo cinturón como una exigencia más de la insaciable voracidad que ofrecen las infraestructuras viarias. El diputado de Carreteras y Transportes, Antton Jaime, explicó ayer que la nueva autopista comenzará a construirse en el año 2002 y se abrirá al tráfico en el 2004, lo que representa una sustanciosa alteración de fechas respecto a lo recogido en el Plan vasco de Carreteras: entre el 2003 y el 2007. Esta aceleración en el calendario se justifica, según Jaime, por la "creciente congestión de la variante de San Sebastián". 130 millones de euros El coste de la obra se eleva a 21.500 millones de pesetas (129,2 millones de euros), al que se sumarán otros 2.000 millones de pesetas (un millón de euros) en concepto de expropiaciones. Esta infraestructura será gestionada por el Ejecutivo foral, dado que en el año 2003 termina la concesión de la autopista A-8 a una empresa privada, aunque no por ello será gratuita para los usuarios. Antton Jaime aseguró que se mantendrá el peaje, aunque éste "se reducirá en un 70%", así que el kilómetro pasará de costar 20 pesetas, como en la actualidad, a seis pesetas. El segundo cinturón de San Sebastián tendrá una longitud de 16 kilómetros. Arrancará de la A-8 en Usurbil, atravesará las localidades de Lasarte-Oria, Hernani, Astigarraga, San Sebastián y Rentería, y desembocará de nuevo en la citada autopista en Oiartzun. Hasta Astigarraga discurrirá por dos calzadas de dos carriles y durante la segunda mitad del trazado poseerá tres carriles por cada sentido. Antton Jaime enumeró otros detalles del proyecto, como la existencia de tres túneles y un viaducto de 960 metros que cruzará parte del valle del Urumea. Un tramo de la autopista, en las proximidades de Astigarraga, seguirá en paralelo a las vías del futuro Tren de Alta Velocidad (TAV). Esta infraestructura está pensada para encauzar "los tráficos de paso" entre la frontera y el sur de la provincia de Guipúzcoa, tanto hacia Vitoria por la N-1 como a Bilbao por la A-8 y a Pamplona por la A-15. Su función principal no será, pues, acceder a San Sebastián, aunque posee esa virtualidad a través de dos nuevos enlaces que se le agregarán, uno en Lasarte-Oria y otro cerca de Astigarraga que conectará con la autovía del Urumea cuando esté terminada. Cuando se remate la obra, la actual variante de San Sebastián absorberá sólo los tráficos internos de la ciudad. Para entonces, en el 2002, en el tramo entre San Sebastián y Pasaia se eliminará el peaje de la autopista y la calzada se ampliará a seis carriles para rebajar la intensidad de la circulación de esta localidad y los barrios situados en el este de la capital (Intxaurrondo, Herrera y Altza). Fase de anteproyecto El segundo cinturón se encuentra ahora en fase de anteproyecto, del que se ha entregado una copia a todos los municipios afectados por su construcción para que propongan modificaciones. La Diputación conseguirá así acortar después los trámites de exposición pública del proyecto, cuya redacción estará lista el año que viene. La circunvalación a San Sebastián concluirá dos años después de la planeada en Bilbao, denominado corredor del Txoierri, que estará en funcionamiento en el verano del 2002 y costará 17.800 millones de pesetas (casi 107 millones de euros).

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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