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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El paso elevado de Cuatro Caminos

El Ayuntamiento de Madrid ha dado a conocer un proyecto para la remodelación de la glorieta de Cuatro Caminos que incluye, entre otras actuaciones, la construcción de un paso subterráneo y la demolición del paso superior. En mi opinión, tal vez no se ha tenido en cuenta suficientemente el interés de ese paso elevado. Esta estructura, inaugurada en 1969, es obra de uno de nuestros más grandes ingenieros, Carlos Fernández Casado, y posee un notable valor desde el punto de vista de la ingeniería de puentes, en el aspecto estructural y, como es habitual en la obra de Fernández Casado, en el aspecto estético. En casi todos los estudios que se han hecho sobre los puentes españoles de este siglo, el paso elevado de Cuatro Caminos ha sido citado.

La estructura está formada por una viga continua de perfil curvo de notable elegancia. Como apoyos extremos de la larga viga hay dos estribos de cuidado diseño; los quiebros de los muros laterales, así como unas molduras que cortan horizontalmente todos los parámetros, contribuyen a aligerar el conjunto del estribo. La sección de la viga sorprende por su esbeltez y por la anchura, que permite la existencia sobre ella de una calzada de cuatro carriles más las correspondientes aceras. El escaso número de pilares y su disposición a lo largo del eje de la viga es inusual. Por último, el cuidadoso acabado del homigón, resultado del uso de un artesanal encofrado de tablillas de madera, ayuda aún más a dar valor al conjunto. Como resultado, tiene una ligereza y elegancia muy poco frecuentes en estructuras de este tipo.

Las grandes obras de ingeniería han sido injustamente olvidadas, pese a que encierran valores de diseño, estéticos y técnicos de primer orden. Ahora empiezan a ser reconocidas por muchos ciudadanos que piensan que estas obras forman parte de nuestro patrimonio cultural. En conclusión, debe de resultar frustrante para todos la posible desaparición de este brillante ejemplo de estructura audaz y bella. No sería mala idea que el nivel de protección de las obras de ingeniería del siglo XX que ya están en los libros se eleve para que puedan seguir siendo usadas y admiradas en el siglo XXI.- .

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