Schröder nombra como ministro a un crítico para unir al SPD

El canciller alemán, Gerhard Schröder, quiere reconciliarse con el ala más izquierdista de su partido, el Socialdemócrata Alemán (SPD), y para ello ha decidido nombrar como ministro de Transportes y Obras Públicas al gran perdedor de las elecciones regionales del Sarre, Reinhard Klimmt, seguidor de las tesis del ex ministro Oskar Lafontaine. "Estamos en el camino de unir todas nuestras corrientes políticas para lograr un objetivo común", dijo ayer Schröder para explicar la integración de Klimmt al Ejecutivo federal, a pesar de las habituales críticas del exjefe de Gobierno del Sarre a la política de austeridad impulsada por el canciller. Klimt va a sustituir en la cartera de Transportes a Franz Müntefering, hombre de su confianza y al que el domingo designó como secretario general del SPD, y al que encomendó la misión de suavizar las relaciones internas en la formación.

Schröder insistió ayer en que las diferencias entre su visión de la socialdemocracia y la de Klimt es cuestión "de detalle", a pesar de que la campaña del nuevo ministro en las elecciones del Sarre se centró en atacar aspectos de la política de ahorro del Gobierno.

Para el canciller, las disonancias entre su línea, la oficial, y la de Klimmt, son ahora sólo "diferencias de detalle", a pesar de que durante el pasado agosto gozó de gran despliegue informativo en la prensa alemana. El jefe del Gobierno regional centró su campaña en el Sarre en el rechazo de la congelación de las jubilaciones, como propone el plan de ahorro de la coalición rojiverde.

Aún hoy reconoció en la conferencia de prensa con Schroeder que se mantiene en esta postura, para admitir a continuación que desde su puesto en el Gobierno poco va a poder influir en la reforma de las pensiones.

A Schroeder no parece preocuparle tampoco el efecto psicológico que supone incorporar a su equipo ministerial a alguien que acaba de perder unas elecciones, en este caso Klimmt. De hecho, esta fue la fórmula elegida para sustituir a Oskar Lafontaine, tras su intempestiva dimisión como ministro de Hacienda, el pasado mes de marzo.