La economía japonesa consolida su mejora y Alemania sufre un estancamiento
La economía japonesa sostuvo en el segundo trimestre de 1999 la recuperación mostrada en el anterior. Las medidas del Gobierno han tenido efecto y el PIB volvió a crecer, en este caso el 0,2%, entre abril y junio, respecto al trimestre anterior, lo que en tasa interanual (sobre el mismo periodo de 1998) es el 1,1%. Por contra, la máquina europea, Alemania, se estancó (crecimiento cero) y en tasa interanual crece un 1%. Todo apunta a una mejora en la segunda mitad de 1999 que permita lograr un crecimiento anual del 2,2%. El yen alcanzó su cambio más alto frente al dólar en los últimos tres años.
Los analistas creen ahora factible que Japón crezca el 1% en 1999 frente a la expectativa de depresión que se manejaba en enero. Los datos difundidos ayer por la Agencia de Planificación Económica (EPA) de Japón ponen de manifiesto que las medidas gubernamentales de apoyo a la recuperación empiezan a dar fruto, ya que el crecimiento registrado en el trimestre se sustenta en el tirón del consumo familiar (crece un 0,8% en el trimestre y el 1,8% en tasa interanual) y la inversión en el sector de la construcción, que con un aumento trimestral del 16% trimestral, supera por primera vez desde 1997 los niveles alcanzados el año anterior y experimenta un incremento desconocido desde 1959. Adicionalmente, las importaciones muestran un notable impulso, alcanzando tasas de variación interanual positiva (2,6%) que no se conocían desde 1997. La recuperación del consumo interno y la inversión en infraestructuras y construcción han sido objetivos prioritarios en los planes del Gobierno nipón a la hora de inyectar dinero público a la economía. Con todo, la cifras de crecimiento echaron por tierra las previsiones de la mayoría de los analistas, que apuntaban un descenso del 0,2% del PIB trimestral a la vista de las cifras de inversión empresarial publicadas el pasado martes. Y es que hay que tener en cuenta que en el primer trimestre creció un 2% sobre el anterior y dejaba el listón muy alto para repetir un aumento. Atrás quedan 18 meses seguidos (seis trimestres) de caída continuada.
Por eso la EPA sorprendió con un crecimiento del PIB del 0,2% entre abril y junio pasado, lo que en términos interanuales representa un 1,1% frente al ligero 0,1% registrado en el trimestre anterior. En términos interanuales, la segunda economía mundial crece un 0,6% en el primer semestre de 1999 frente al retroceso del 2,7% mostrado en el mismo periodo del año anterior.
Signos de optimismo
"La economía japonesa ha vuelto a la senda del crecimiento estable, pero no debemos dormirnos en los laureles", afirmó el ministro de la EPA, Taichi Sakaiya. Entre los riesgos, el responsable de la agencia destacó la inversión empresarial (formación bruta de capital), que cae un 1,5% en el último trimestre. Los responsables de la EPA advirtieron contra un exceso de optimismo, pero garantizaron que la economía japonesa crecerá, al menos, un 0,5% en 1999. Las cifras de crecimiento japonés tuvieron gran incidencia en el mercado de divisas y el yen se revalorizó fuertemente frente al dólar. La divisa de EEUU se cambiaba en Tokio a 108,82 yenes frente a los 111,20 de la jornada anterior, un máximo en los últimos tres años. En lo que va del tercer trimestre, el yen se ha apreciado un 3% frente al dólar y un 1,84% con el euro.
Por contra, la Bolsa de Tokio acogió los datos con moderada alegría. El índice Nikkei subió sólo un 0,21%, 36,18 puntos, hasta 17.677,56 puntos, aunque la recuperación de la economía nipona fue suficiente para que las Bolsas de la región experimentaran subidas generalizadas.
Mientras Asia da muestras de recuperación, la disminución de las exportaciones afectadas por la crisis financiera del año pasado -se inició en las economías emergentes de Asia, se extendió a Rusia y alcanzó a América Latina- ha hecho que algunos países hayan sufrido retrocesos sobre sus previsiones en el primer semestre. Aunque se espera que en el segundo tengan una fuerte recuperación, Alemania ha sufrido claramente las consecuencias. Su economía se estancó en el segundo trimestre en comparación con el anterior y en tasa internanual se queda en el 1%. En el semestre, el alza es del 0,8%, frente al 2,2% registrado en el mismo periodo anterior, según la Oficina Federal de Estadísticas. Las importaciones experimentaron una fuerte subida (4,5%), pero las exportaciones crecieron sólo un 1%. El Gobierno alemán informó también que el índice de precios al consumo se redujo en agosto un 0,1% respecto a julio, con lo que tasa interanual se situó en el 0,7%.
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