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El dibujante El Roto cree que no debe hacerse humor sobre temas luctuosos

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La cuarta jornada del curso de verano de la Universidad de Granada El humor gráfico en la prensa actual contó ayer en Almuñécar con la participación de tres de los más agudos diseccionadores de la sociedad y la política española: los dibujantes Máximo Sanjuán (Máximo) y Andrés Rábago (El Roto), ambos habituales de EL PAÍS, y el tándem formado por José María Gallego y Julio Rey (Gallego y Rey), del diario El Mundo. En su conferencia, El Roto desveló a los asistentes su método habitual de trabajo en la elaboración de las viñetas. Rábago explicó que consiste en pasar las noticias de la actualidad diaria por la trituradora de la ironía. "Cada mañana leo un par de periódicos y tomo notas mientras desayuno y hablo con el perro", señaló. Sólo algunos de esos apuntes acaban tomando forma de chiste. "Del terremoto de Atenas, por ejemplo, no haré nada. Las noticias luctuosas no suelo usarlas como tema de dibujo. No se debe hacer humor ni bromas sobre ciertas cosas", reconoció. Sí le llama la atención a este humorista madrileño de 51 años las contradictorias opiniones vertidas en la prensa sobre los independentistas de Timor o del País Vasco. "Los independentistas ajenos nos caen muy simpáticos, los propios ya no tanto. Los que en otros sitios son independentistas aquí son terroristas". En su ponencia, Máximo Sanjuán -el intelectual de los humoristas, como lo llamó Martínmorales- se sentó a los mandos de la máquina del tiempo para buscar una respuesta a la finalidad del humor. Máximo hizo una imaginaria encuesta entre filósofos y escritores, desde Sócrates a Cervantes, de la que, aseguró, no ha obtenido un resultado explícito. "El humor es bueno porque es un complemento de la ciencia, la literatura y el arte. Es algo estrafalario y prescindible, aunque es mejor no prescindir de él", aseguró. Máximo dice desconocer cómo se hace humor: "Y quizá no lo llegue a saber porque cada vez lo intento menos". Sin embargo asegura encontrarse cómodo en su recuadro de las páginas de Opinión de EL PAÍS. "Lo uso para hacer preguntas con las que intento entender el mundo". Por la tarde, intervinieron Gallego y Rey para hablar del humor gráfico en equipo. Rey hace el guión y Gallego lo dibuja. "Trabajamos por separado. Luego ponemos las ideas en común y las discutimos antes de plasmarlas", explican. Este método lo iniciaron con éxito hace 18 años para elaborar un humor político con el que buscan "impactar al lector para animarlo pensar".

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