_
_
_
_

El Defensor del Menor denuncia que cuatro familias de Malmea no han sido realojadas

F. Javier Barroso

Algunas familias rumanas que llegaron hace un año a Madrid y ocuparon el desaparecido poblado de Malmea (Fuencarral) no han sido realojadas en campamentos, pese a la promesa de las instituciones. Tampoco están en el censo que elaboraron ONG y que da derecho de entrada a los campamentos. El defensor del menor, Javier Urra, denunció ayer que cuatro familias que vivían en Malmea aún no han sido realojadas. Mientras, 16 policías municipales vigilaban ayer a los 130 rumanos (40 niños) asentados en la calzada y las aceras de San Roque.

Más información
La primera comida del día

El trabajo de comprobación de Javier Urra sobre familias con derecho a realojamiento que permanecen en la calle ha resultado "sencilla". Ha cotejado Urra las listas de los niños escolarizados durante el pasado curso con el listado de los rumanos realojados en los tres nuevos campamentos (carretera de San Fernando de Henares, San Roque y Valdebernardo). Así ha descubierto a tres familias, cuyos hijos estudiaban en Aluche, que siguen sin realojar. "Obviamente, si sus hijos habían sido escolarizados, tenían que estar en el poblado de Malmea, por lo que deberían ser realojados de inmediato en los nuevos campamentos", señaló ayer Javier Urra. El Defensor del Menor también ha conocido un cuarto caso. Es el de John Constantine, cuyo hijo murió en un incendio en Malmea. "No estaba el día del censo porque había encontrado un trabajo temporal. Cuando volvió al poblado le dijeron que habían cerrado las listas. No hay un ejemplo más claro y taxativo", explicó Urra.

Demostración

El Defensor del Menor reconoció que las familias sin hijos en edad escolar tendrán más problemas para demostrar que vivían en Malmea. "La situación de las familias que hayan llegado a San Roque en los últimos meses es un caso distinto. El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid ya advirtieron de que los inmigrantes que se instalasen tras el censo no serían realojados. En este caso no se puede crear una falsa expectativa". En el camino de San Roque, en sus aceras y su calzada, la tranquilidad regresó a los 130 inmigrantes que un día antes habían sido desalojados de sus tiendas de un descampado próximo. Los hombres se quedaron ayer en San Roque, mientras sus mujeres se marcharon a vender La Farola y a comprar comida. "Estamos esperando a que regresen nuestras mujeres por si viene alguna asociación humanitaria y nos dice qué va a pasar con nosotros", señaló uno de los rumanos.

La noche del miércoles transcurrió sin incidentes. Cuatro coches de la Policía Municipal vigilaban desde los alrededores del campamento. Los rumanos tuvieron que tumbar los colchones, las mantas e incluso cartones en medio de la calzada o de la acera, mientras los agentes les prohibían desplegar las tiendas de campaña. "Durante la noche nos hemos quedado helados. Los cartones dejan pasar el frío y no hemos podido dormir bien", se quejaron.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La Policía Municipal mantenía ayer a seis coches apostados por la mañana junto al campamento al que quieren entrar los 130 rumanos. Una portavoz policial no pudo precisar hasta cuándo se mantendrá este número de efectivos. Antes del último desalojo, la presencia policial se reducía a un coche de dos agentes locales y otro de antidisturbios.

Por otra parte, la portavoz municipal de IU, Inés Sabanés, criticó al gobierno municipal por crear "alarma social" en un tema tan delicado como el realojo de rumanos: "Hay que trabajar más y hablar menos".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_