Arte útil para indigentes

Una de las características de las nuevas corrientes artísticas es su difícil clasificación dentro de una disciplina concreta. Así ocurre con la obra del colectivo El Perro, que se expone en plena calle de Alcalá, delante del Círculo de Bellas Artes. Ellos, los tres jóvenes artistas que forman El Perro, solucionan este problema asegurando que hacen "urbanismo": "No es arte. Es más bien urbanismo", declaró ayer uno de ellos. Su obra de arte, seleccionada para la exposición organizada por el Instituto de la Juventud en el Círculo, se llama Prototipo de mueble urbano. Domicilio para situaciones de precariedad y urgencia. Es como un chirimbolo para los sin techo. La pieza que han creado los tres artistas de El Perro, los tres menores de 30 años -como todos los que forman parte de esta muestra, con la que se quiere enseñar las principales corrientes de creación juvenil-, consiste en una especie de contenedor para dormir. "Lo hemos ideado con dos funciones. Por un lado, es un domicilio para población indigente. Pero también está pensado como soporte de publicidad, como todos los muebles urbanos. Y tiene además elementos de control, como le gusta al Ayuntamiento", explicó ayer Pablo España, uno de los miembros de este equipo junto a Ramón Mateos e Iván López. Quiso decir que el interior del habitáculo posee una cámara de circuito cerrado y en una de las salas de la exposición, dentro del edificio del Círculo, se espía lo que ocurre en él.

Iván, otro de los artistas, no habla en broma cuando dice que piensan ofrecer su obra al Ayuntamiento. "Lo hemos hecho con la intención de venderlo al Ayuntamiento. La idea es que funcione como mueble urbano", comenta Iván, quien añade: "Lo hemos querido hacer real. Si el Ayuntamiento convierte los bancos de sentarse en barras para que no se siente nadie, ¿por qué no va a ser posible hacer esto?". Añaden los artistas que cuesta lo mismo que un contenedor de reciclaje.

"La idea es que sea de camuflaje, que no llame la atención. Se integra muy bien en la ciudad. Y tiene su punto políticamente correcto, porque está abierto al exterior, no hay propiedad privada", añade López. Estos días, mientras dure la muestra de los diez artistas seleccionados por el Instituto de la Juventud (hay vídeo, instalaciones, fotografía o multimedia) la obra de El Perro estará en la calle de Alcalá. "Lo hemos dejado para ver si se mete la gente o no, a ver si se usa o se convierte en papelera", comentaron. Minutos más tarde, uno de ellos se asomó al interior de su obra. Comenzaba a resolverse la duda. "Ya han empezado a echar cosas. Se creen que es un simple contenedor".