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SUCESOSVARIOS PADRES HABÍAN PROTESTADO POR EL PELIGRO DEL "TWISTER

" La Administración carece de normativa de uso de atracciones y de un servicio de inspección

El accidente que le costó la vida a un niño de cuatro años el domingo en Torrevieja tras caer de una atracción de feria ha vuelto a avivar el debate sobre la necesidad de que la Administración establezca una normativa que regule el uso de estas instalaciones así como de la creación de un servicio de inspección, algo que no existe. Son los propios fabricantes quienes fijan las pautas a seguir en cada instalación. En el caso de Torrevieja, ninguna atracción tenía límite de edad y algunos padres ya se habían quejado del peligro que suponía el Twister para los menores aun subiendo con adultos.

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¿Podía un niño de cuatro años subir a una atracción como la que provocó el accidente? Esta pregunta ha quedado sin respuesta después de rastrear cualquier vestigio de normativa que establezca un límite de edad, altura o peso para utilizar un aparato de feria. Ni las consejerías de Industria y Administración Pública, ni los ministerios de Interior y de Industria se han declarado competentes en este tema. Y es que en España no existe una normativa específica para este sector. Son los propios fabricantes quienes fijan las pautas a seguir en cada instalación, basándose en cinco reglamentos diferentes: la directiva de responsabilidad de productos defectuosos, el Código de Circulación, la directiva de baja tensión, la de compativilidad electromagnética y por último los requisitos de cada Ayuntamiento. Son los ayuntamientos los que controlan la documentación de las atracciones ante la falta de un organismo público que pueda realizar las revisiones, al estilo de las ITV para los coches. Una normativa que elabora la Unión Europea deberá homologar este caos normativo, ante la tardanza del Gobierno de elaborar una propia. También existe una falta de información al usuario, uno de los aspectos denunciados ayer a este periódico por la secretaria de la Unión de Consumidores de la Comunidad Valenciana. En el caso del aparato que provocó el accidente en Torrevieja, desde que llegara a la ciudad en mayo, decenas de niños de corta edad, acompañados siempre por un adulto, han subido a la atracción. En algunos casos, después del recorrido los progenitores han protestado ante los feriantes por no advertir con anterioridad del riesgo, ya que habían tenido dificultades para sujetar a los pequeños. Ningún cartel advertía del peligro, ni de la prohibición del acceso a menores. De hecho, en la mayoría de las más de 50 atracciones del recinto ferial sólo podía apreciarse un cartel destacado, que indicaba el precio del viaje, sin establecer límites de edad, peso o altura. Fuentes municipales se reafirmaron ayer en que el Twister Tifón cumplía con todas las normas de seguridad vigentes, y que los técnicos del Ayuntamiento pudieron comprobarlo antes de la apertura al público de las instalaciones. Todos los feriantes aportaron seguro de responsabilidad civil, inspecciones técnicas y certificados de homologación firmado por ingenieros que certifican que los aparatos cumplen con la legislación.

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