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La empresa que incumplió todos los plazos del Palacio de Hielo puja por el cuartel de Retiro

Antonio Jiménez Barca

Los cuarteles de Daoiz y Velarde, en Retiro, abandonados hace más de una década, siguen en los planes del gobierno municipal, que lleva años sin ser capaz de desarrollar este espacio por falta de dinero público y de interés privado. Hace meses se convocó un concurso para la explotación de esta infraestructura (los cuarteles podían transformarse en un polideportivo y en una zona comercial). Sólo una empresa se presentó: Inmesa, la misma que ha incumplido todos los plazos en la construcción del Palacio de Hielo, todavía empantanado, sobre suelo municipal.

El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, del PP, se reunió la semana pasada con representantes de Inmesa, filial de la constructora GMR, empresa que ha participado en proyectos como el Pasillo Verde Ferroviario o el parque comercial La Ermita. Y les solicitó, para que puedan iniciar las obras, un aval de 3.000 millones de pesetas. Esto es, si ocurre como con el Palacio de Hielo de Hortaleza y los trabajos no se llevan a cabo en el plazo previsto, el Ayuntamiento echará mano del aval y con los 3.000 millones en el bolsillo se hará cargo de terminar el polideportivo. El diseño presentado por Inmesa es el siguiente: un 50% de los viejos cuarteles, que ocupan una extensión de 24.000 metros cuadrados, se destinará a pistas deportivas, con piscina cubierta incluida. Un 25% se reservará a una cadena de cines, y el 25% será utilizado por cafeterías y tiendas.

El precio de las entradas para los residentes en el distrito de Retiro será el que fije el Instituto Municipal de Deportes. El resto de los madrileños deberá abonar lo que decida la empresa Inmesa, que gestionará el polideportivo. "Hombre, eso es justo, porque el distrito de Retiro no cuenta con instalaciones deportivas, y el resto de los distritos de Madrid, sí. De ahí lo de la tarifa", declara Del Río.

Además de esto, las viejas naves de los cuarteles de artillería albergarán, si finalmente el proyecto llega a buen fin, la Junta de Retiro, ahora emplazada en el interior del parque. La denominada Casa del Coronel, uno de los edificios de Daoiz y Velarde, será el inmueble utilizado como nueva sede de la junta municipal, en la avenida de Barcelona. El Ayuntamiento se plantea convertir el actual edificio de la Junta de Retiro en una sala de exposiciones. "Pero para eso primero tenemos que acabar Daoiz y Velarde", dice Del Río.

El concejal de Urbanismo asegura que los responsables de Inmesa "son profesionalmente buenos", pero que el Ayuntamiento "tiene que estar convencido de que no va a pasar lo del Palacio de Hielo, y por eso les ha exigido el aval".

Para presentar los 3.000 millones, Inmesa tiene un mes. Si no entrega esa garantía, declarará el concurso desierto. Y eso significará que el Ayuntamiento será el que se encargue, por su cuenta, de convertir los cuarteles en centro de ocio y polideportivo. "El proyecto sería igual: 50% para pistas deportivas, 25% de comercios y el 25% restante para ocio".

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Campaña electoral

El alcalde, José María Álvarez del Manzano, visitó en campaña electoral el distrito de Retiro, y volvió a prometer que en esta legislatura se levantaría el polideportivo, con dinero privado o público. Pero no es la primera vez que lo dice. De hecho, el cuartel lleva más de 10 años abandonado y con frecuencia ha servido de refugio a mendigos. En enero de 1998, los okupas que habitaron las naves de Boeticher-Navarro, en Villaverde, desalojados posteriormente por la policía, se encerraron en las naves de los cuarteles hasta que los agentes, de nuevo, les hicieron abandonar el edificio.

El complejo, erigido a principios de siglo, cuenta con dos naves de antiguos talleres, una de oficinas y otra central con una cubierta de hierro. Uno de los problemas para que las empresas se decidan a invertir en este complejo es la dificultad de levantar un polideportivo y centro de ocio en unas naves destinadas a albergar soldados y carros de combate y que no se pueden tirar.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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