Protestantes y católicos intentan de nuevo superar sus diferencias
Contrariamente a los pronósticos más catastróficos, líderes protestantes y católicos del Ulster acudirán hoy al castillo de Stormont para tratar de superar la grave crisis que amenaza al incipiente proceso de paz para poner fin a tres décadas de violencia en Irlanda del Norte. David Trimble, dirigente máximo de los protestantes del Partido Unionista del Ulster (UUP), y Gerry Adams, el líder católico de los republicanos del Sinn Fein, el frente político del Ejército Republicano Irlandés (IRA), expresaron por separado su disposición a acudir a la cita convocada por el ex senador norteamericano George Mitchell, arquitecto principal del llamado Acuerdo de Viernes Santo, firmado hace 17 meses. Tanto Trimble como Adams han expresado, sin embargo, sus reservas a la utilidad de este nuevo ejercicio político. Trimble habló de "escepticismo". Adams tampoco colocó demasiadas esperanzas de un bloqueo del proceso de paz cuando declaró a algunos de sus partidarios: "Ahora hay que esperar. Vamos a ver a dónde llegamos". Trimble quiere escuchar de Adams una concreta declaración del Sinn Fein (y por ende, del IRA), que "la guerra se ha acabado". Eso le daría pie a las exigencias unionistas de un inmediato desarme republicano. A su vez, Adams buscará extraer del UUP un compromiso para que abandone sus demandas de una suspensión de la liberación de prisioneros republicanos y, lo que quizá es más complicado, "un desarme simbólico" del IRA.
Actitud invariable
Fuentes políticas en Belfast señalaron anoche que la actitud del IRA se mantiene invariable. "Bajo presión de Londres, Washington o Trimble no entregarán ni una sola bala", dijo una fuente con acceso al estrecho círculo en el que se aprueban las decisiones del IRA. Mitchell, que llegó ayer a Belfast, permanecía encerrado con sus asesores en un intento por hallar una fórmula capaz de romper el impás y abrir la llamada "revisión" del proceso de paz con propuestas concretas. En Londres, el primer ministro laborista, Tony Blair, lanzó un nuevo llamamiento para continuar trabajando a favor de la paz. En Belfast se espera ansiosamente la publicación este miércoles de un informe elaborado por la Comisión Independiente, presidida por el ex gobernador británico en Hong Kong Chris Patten. Este informe contiene recomendaciones para una transformación radical de la policía británica y predominante protestante del Royal Ulster Constabulary (RUC).
Mitchell dejó bien claro que no pretende afincarse en Belfast indefinidamente. En declaraciones a la televisión británica dijo que no tenía la menor intención de repetir los argumentos defendidos durante dos años de penosas negociaciones que concluyeron en el Acuerdo de Viernes Santo en 1998. Mitchell dijo anoche: "No estoy dispuesto a escuchar una y otra y otra vez los argumentos de las partes en conflicto. No es una renegociación del acuerdo. No queremos reabrir ningún tema, sino pasar a una fase de examen realista".
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