Maragall ve el pacto con IC-V como un paso hacia la creación de partidos amplios

Los máximos dirigentes del Partit dels Socialistes (PSC), Iniciativa per Catalunya- Verds (IC-V) y Ciutadans pel Canvi firmaron ayer en un clima de euforia el acuerdo para coligarse en Tarragona, Girona y Lleida, los feudos de Jordi Pujol. El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, afirmó que el pacto supondrá la "restitución histórica" de la hegemonía que la izquierda tuvo en la transición y le auguró continuidad más allá de los comicios y de un eventual gobierno de progreso: "Sobran siglas y faltan partidos amplios", afirmó.

La plana mayor de las direcciones del PSC y de IC-V estuvo ayer en la sede del Col.legi de Periodistes de Catalunya para presentar oficialmente el acuerdo de coalición entre ambos partidos, que no obstante concurrirán por separado en Barcelona, que concentra el 80% del censo. Todos coincidieron en presentar el pacto como la antesala de la victoria de la izquierda después de 19 años de gobierno de Jordi Pujol. Maragall relacionó la coalición con la trayectoria unitaria de los socialistas y comunistas catalanes en la transición y que llevó a la victoria de la izquierda en todos los comicios que se celebraron hasta 1980. "Si la izquierda no hubiera ganado en Cataluña en 1977 hoy no tendríamos Generalitat ni hubiera regresado Tarradellas [primer presidente de la Generalitat recuperada]", aseguró Maragall, quien describió la coalición como un acto de "restitución histórica" que facilitará la victoria de la izquierda en los comicios. Asimismo, anunció que probablemente se ampliará con pequeños partidos como Els Verds y el Partido Democrático Liberal. El líder de IC-V, Rafael Ribó, conectó la coalición con la Assemblea de Catalunya -el gran organismo unitario del antifranquismo- e incluso con Solidaritat Catalana, la exitosa pero efímera coalición de mayoría nacionalista que arrasó en las elecciones de 1906. Maragall presentó el acuerdo como una apuesta de hondo calado, que va más allá de la coalición electoral y de un eventual gobierno futuro, en el contexto de la renovación de los partidos de izquierda según su conocido esquema inspirado en el Partido Demócrata de Estados Unidos. "Todos los sectores económicos han aplaudido el acuerdo porque ven que se necesitan menos siglas y los partidos deben ser más fuertes y amplios". En su opinión, la coalición puede ser el embrión de una "gran fuerza política catalana, moderada y centrada". "Estoy muy contento de ver tantas caras conocidas juntas por primera vez y espero que por mucho tiempo", apostilló. Ribó fue más cauto en cuanto al significado a medio plazo al valorar precisamente que refleje la "pluralidad de las fuerzas de progreso". IC-V ve el pacto como una adaptación del modelo aplicado en las Islas Baleares, donde la izquierda, incluida Izquierda Unida (IU), se coligó en dos circunscripciones y se presentó por separado en otras dos.