Los trabajadores de MRT-SAL se movilizan para exigir al Gobierno el pago de las ayudas prometidas

Alrededor de 500 trabajadores de Minas de Riotinto Sociedad Anónima Laboral (MRT-SAL) acompañados por sus familiares forzaron el cierre de la Subdelegación del Gobierno en Huelva durante una hora tras hacer explotar ante sus puertas numerosos petardos y estrellar contra la fachada bolsas de polvo de concentrado de cobre. Los trabajadores exigen al Gobierno central que libere una ayuda a la compañía de 1.000 millones de pesetas del ICO y una subvención para la regeneración medioambiental de la zona de Tejoneras, ambas ya comprometidas.

Los trabajadores de MRT-SAL le piden también a la Junta de Andalucía otro aval de 1.500 millones de pesetas, contemplado en los presupuestos de la comunidad. La empresa atraviesa una de sus peores crisis y se halla en suspensión de pagos, con una deuda a los proveedores y a la Seguridad Social cercana a los 9.000 millones de pesetas. La caída de los precios del cobre en el mercado internacional ha mermado de manera considerable los ingresos y han llevado a la empresa a una situación desesperada. Estas ayudas, según el comité de empresa, con representación mayoritaria de Comisiones Obreras, permitirían reiniciar la producción de cobre, garantizar los actuales puestos de trabajo y cubrir una parte de la deuda. Los mineros llegaron en varios autocares y coches hasta la plaza del Punto de la capital onubense, donde iniciaron una marcha a pie por el centro de la ciudad que finalizó en la avenida de Andalucía. La manifestación estuvo presidida por dos operarios que manejaban una cubeta soldada a un carro, desde la que lanzaban petardos muy potentes, de los denominados supertrueno, que provocaban, al hacer explosión, un ruido ensordecedor, una nube blanca y algunas llamaradas. Al llegar a la Subdelegación del Gobierno, donde efectuaron una parada, los trabajadores comenzaron a arrojar las bolsas de ceniza contra la entrada, lo que obligó a los guardias civiles que custodian el edificio a cerrar las puertas y bajar las persianas ante la gran nube de polvo que envolvió el lugar. La acción de protesta, vigilada por un fuerte contingente del Cuerpo Nacional de Policía, no llegó a provocar incidentes de consideración. El presidente del comité de empresa de MRT-SAL, Ricardo Gallego, anunció que, a partir de ahora, se recrudecerán las posturas: "Si nos vemos obligados a llevar a cabo movilizaciones drásticas, bordeando la legalidad, las haremos, porque llevamos un año y medio de despacho en despacho". Plan de viabilidad "Estamos a favor del empleo, porque queremos trabajar y cobrar nuestro salario. La responsabilidad de ayudarnos es de las Administraciones, que deben poner en circulación esas ayudas, que pagaremos peseta a peseta como viene recogido en nuestro plan de viabilidad", aseguró el dirigente sindical. Gallego considera que la SAL "está sufriendo un intento de estafa por parte de una multinacional inexistente , amparada por el ex director gerente de la compañía, Carlos Estévez, y algún político corrupto, que pretende comprar MRT por 85 millones de pesetas, cuando tiene un patrimonio auditado de 21.000 millones". Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Huelva, Salvador Cejudo, aseguró que el ICO contempla la subvención demandada por los trabajadores, "pero hay que tener en cuenta que para concederla necesita una serie de garantías que deben cumplirse. Hasta entonces", dijo, "el banco no va a conceder el crédito".