Obras Públicas "ficha" a una gran empresa británica para gestionar las pistas de nieve artificial de Arroyomolinos

Las futuras pistas de nieve artificial en Arroyomolinos (2.709 habitantes, 22 kilómetros al suroeste de Madrid) hablarán con acento inglés. El consejero de Obras Públicas y principal valedor de este proyecto, Luis Eduardo Cortés, ha negociado con la "mayor empresa británica del ocio", British Airport Authorities, para que ejerza como operador de las instalaciones de esquí bajo techo. El proyecto empresarial ya está completamente perfilado, aunque irá más despacio en lo tocante a la política urbanística: Arroyomolinos es un municipio inmerso en una reordenación de suelo casi integral, que le llevará a sumar unos 15.000 habitantes más en diez años con la recalificación de suelo para viviendas.Así las cosas, el proyecto de Xanadú, que así se llamará el complejo de ocio, tendrá una triple vertiente empresarial: Hyde, la firma que abastece el agua en Gales, pone la tecnología para fabricar nieve en medio de un páramo; su filial Snowmec la desarrolla, y British Airport Authorities asume la gestión. "Esta compañía es el equivalente a AENA en el Reino Unido, pero en privado, y se encarga del desarrollo comercial de los aeropuertos. La tengo por una de las firmas más serias del mundo", explicó Cortés. A su vez, la compañía inglesa mantiene vínculos con otra empresa similar en Estados Unidos,McArthur Glenn.

El complejo Xanadú se encuadra en la ampliación de Arroyomolinos con cerca de 4.000 nuevas viviendas, de las que las tres cuartas partes serán de promoción pública. El consejero no se atrevió a fijar plazos para una operación de estas dimensiones. "Hay que tramitar aún la recalificación del suelo. En urbanismo hay tantas variables que es difícil calcular los tiempos", se excusó.

Por lo pronto, la estación de nieve artificial cuenta con el rechazo explícito de la izquierda regional y de Ecologistas en Acción, para quien sería "tan insensato como instalar una nevera en medio del desierto". El consejero de Obras Públicas les devuelve el cumplido: "A mí no me importaría ir por el desierto y encontrarme unas bebidas fresquitas. Sería incluso agradable. No sé dónde está el problema...".