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Israel deja en el aire el nuevo plan de retirada militar de Cisjordania

Las delegaciones palestina e israelí vivieron ayer momentos de extrema tensión para intentar que hoy se pueda firmar un acuerdo sobre la aplicación del acuerdo de Wye que supone la retirada del Ejército de Israel de un 13% del territorio de Cisjordania. Anoche se negoció hasta al límite del plazo para conseguirlo, aunque sin obtener resultados.Mientras el jefe de la delegación palestina, Saeb Ekarat, aseguraba haber llegado a un entendimiento con los israelíes "en casi todos los puntos", los representantes del primer ministro Ehud Barak insistían en que los palestinos seguían teniendo aún la última palabra para cerrar el acuerdo. Tras reunirse anoche, el Gobierno israelí, aseguró a través de uno de sus portavoces que las conversaciones no iban a continuar a lo largo de la madrugada.La esperanza de que, como estaba inicialmente previsto, hoy se pueda firmar el acuerdo en Alejandría (Egipto), con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, como testigos, parecía desvanecerse.

El Gobierno israelí ya había hecho público ayer un comunicado en el que aseguraba que "las negociaciones habían concluido" sin acuerdo. A los responsables de la Autoridad Palestina (AP) no les gustó la amenaza implícita que leían entre sus líneas. Horas después, Barak envió un mensaje de disculpa a Yasir Arafat, el presidente de la AP, según informó un destacado funcionario palestino a la radio estatal israelí, y una vez superado el escollo, el ministro israelí para Jerusalén, Haim Ramon, se reunió con Erekat. El negociador palestino dijo que Ramon había presentado una nueva propuesta que facilitaba el camino hacia el acuerdo en los dos puntos conflictivos: la liberación de presos palestinos y el calendario detallado de la retirada israelí.

Regreso de Arafat

Minutos después de escuchar estas optimistas declaraciones, en Jerusalén se supo que Arafat, de gira en Holanda, había cancelado el resto de sus compromisos para volver anoche a Oriente Próximo. Ese improvisado regreso se interpretó positivamente.

Mientras los frentes políticos se mantenían abiertos esta madrugada, los ciudadanos del norte de Israel volvían a los refugios ante los incidentes que se desencadenaron después de que el grupo integrista Hezbolá (Partido de Dios) atentara contra un vehículo del proisraelí Ejército del Sur del Líbano (ESL), matando a dos de sus ocupantes e hiriendo gravemente a otro, en la zona ocupada por Israel desde 1978. Poco después, el ESL atacó la población libanesa de Labbaya, donde dos civiles, de 22 y 25 años de edad, murieron y otros cinco resultaron gravemente heridos. La aviación israelí puso en marcha anoche una operación contra Hezbolá, bombardeando algunas de sus posiciones en territorio libanés.

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