Pujol desafía al Gobierno del PP y aprueba una paga extra para 70.000 pensionistas

El Gobierno de la Generalitat de Cataluña consumó ayer su desafío al Partido Popular al aprobar una paga extraordinaria para las pensiones no contributivas y asistenciales de la que se beneficiarán unos 70.000 catalanes. La oposición ve en esta medida una clara intención electoral, pues se produce a sólo mes y medio de los comicios autonómicos, en los que Jordi Pujol se juega su último mandato, y porque equivale a un incremento no consolidable de 160 pesetas mensuales en los últimos cuatro años. El ministro Josep Piqué y el socialista Pasqual Maragall calificaron la paga de "aguinaldo".

El Ejecutivo de José María Aznar intentó hasta última hora convencer a sus aliados de Convergència i Unió (CiU) para que retrasasen su decisión hasta después de la reunión del Pacto de Toledo, que el Gobierno se ha comprometido a celebrar cuanto antes.Las llamadas telefónicas entre ministros y consejeros de la Generalitat se han sucedido en los últimos días. Los titulares de Economía y de Trabajo, Rodrigo Rato y Manuel Pimentel, han hablado con sus respectivos homólogos catalanes, Artur Mas e Ignasi Farreres, sin ningún resultado. Ayer mismo, el ministro portavoz, Josep Piqué, expresó por tres veces su deseo de que Pujol diera marcha atrás en su anuncio.

Los nacionalistas han hecho caso omiso a cualquier presión o recomendación del Gobierno y del resto de partidos catalanes. El Consell Executiu aprobó ayer esta paga extraordinaria, una vez tuvo en sus manos el preceptivo informe del consejo asesor que declara constitucional este complemento de pensiones. La cantidad a satisfacer será de 7.800 pesetas para quienes reciben pensiones no contributivas y de 5.250 pesetas para los que perciben una pensión asistencial, lo que representa un incremento del 1,5%, que equivale al diferencial de la inflación catalana con la media española desde 1995. La paga se hará efectiva antes de fin de año.

Oportunidad electoral

Los dirigentes de CiU se esforzaron ayer en rebatir las acusaciones de oportunismo y electoralismo lanzadas desde todos los partidos de la oposición en Cataluña y desde el mismo Gobierno central. Las críticas se fundamentan en la proximidad de la contienda electoral en Cataluña y en el hecho de que la paga será única para este año, por lo que no se consolidará en los venideros.

"Es un aguinaldo antes de las elecciones. Es una medida electoralista pura y dura". Así se pronunció ayer en Santander el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, a quien le pareció "especialmente lamentable" que CiU se incorpore a la polémica de las pensiones después de ser uno de los impulsores del Pacto de Toledo, informa Ana Ruiz. Piqué admitió que el Gobierno contempla "con ojos muy críticos" la decisión de Pujol. "Si fuera para recuperar el diferencial de inflación, como sostiene Pujol, esa medida se tendría que consolidar para el futuro", explicó. Pese a ello, se mostró convencido de que este conflicto no repercutirá en la negociación de los Presupuestos del Estado para el año 2000 y CiU votará a favor.

Toda la oposición catalana calificó ayer de oportunista e insuficiente la decisión de CiU de aprobar esta paga complementaria. Desde Iniciativa per Catalunya-Verds se solicitó incluso la reunión de la diputación permanente del Parlament, por considerar que el Consell Executiu ha invadido sus competencias. El candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, coincidió con Piqué en definir la paga de "aguinaldo" y añadió que demostraba "la degradación a la que puede llegar la política y un gobierno para ganar unas elecciones". Desde Esquerra Republicana afirmaron que "CiU se ríe de los pensionistas".

"Lo único que intentamos resolver es el desfase de la inflación, no la injusticia que suponen las pensiones más bajas, lo que ya plantearemos en el Pacto de Toledo", declaró el dirigente de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, aseguró que el Gobierno catalán llegará "hasta el final" en este asunto sin aceptar presiones.

La decisión será explicada hoy en rueda de prensa por el propio Jordi Pujol. Normalmente, es el consejero de la Presidencia, Xavier Trias, que no es candidato en las autonómicas, el encargado de informar de los acuerdos del Consell Executiu.