Jospin propone un gran debate democrático sobre la energía nuclear
"La cuestión nuclear no es tabú. Se trata de un elemento de nuestra independencia energética y de nuestro desarrollo económico", dijo ayer el primer ministro francés, Lionel Jospin, a modo de respuesta a sus aliados ecologistas, que, durante las últimas semanas, le habían pedido que Francia se pronunciase claramente respecto de la renovación de su parque de centrales nucleares. "No tomaré ninguna decisión con respecto a la renovación de dicho parque que no vaya precedida de un gran debate científico y democrático que permita examinar todas las opciones posibles y considerar todos los argumentos".
La ministra del Medio Ambiente, la ecologista Dominique Voynet, había solicitado a principios de la semana pasada un "un debate público y extenso" sobre la energía nuclear, recuerda la agencia France Presse. En Perpignan, ciudad del sur del país, Jean-Pierre Chevènement, titular de Interior y presidente del Movimiento de los Ciudadanos, pequeña formación de la mayoría gubernamental de izquierda, consideró ayer que "hay que hacer el EPR", el reactor nuclear del futuro. "Pero hagámoslo con China, India, Japón e incluso Estados Unidos antes que con Siemens", precisó Chevènement.El pasado julio, la alemana Siemens y las francesas Framatome y Électricité de France firmaron un acuerdo para el desarrollo del EPR, siglas en inglés de reactor europeo de agua presurizada. En estudio desde 1989, el EPR está listo sobre el papel, pero la decisión de construir el prototipo espera desde hace tiempo. Está más o menos aceptado que se llevará a cabo en Francia, aunque durante algún tiempo también se habló de Rusia. Aunque se supone que serviría para renovar el parque nuclear a ambos lados del Rin, este nuevo reactor también ha sido cuestionado en Alemania, desde la llegada del Gobierno socialdemócrata-verde en otoño de 1998.
El discurso de Lionel Jospin en La Rochelle clausuraba la universidad de verano de los socialistas y tuvo una doble dimensión, de reflexión sobre lo realizado y de exposición de los proyectos de gobierno. El capítulo correspondiente a lo conseguido fue muy optimista: "El resultado no tiene precedentes, pues hemos creado 700.000 puestos de trabajo en dos años y hay ahora 300.000 parados menos", todo eso "fruto de un voluntad, de una política", que "ha sabido reactivar una demanda interna en crisis" y de una "política europea nueva, que ha sabido hacer del empleo una prioridad de la construcción continental".
Si en materia de energía atómica Jospin admite el debate, otra de las reivindicaciones de los ecologistas -la introducción de la proporcionalidad en las elecciones legislativas- fue desestimada, porque "un país como Francia necesita de mayorías claras" y porque, al mismo tiempo, Jospin cree que hay que "favorecer dinámicas de unión", a la vez que no quiere que "la derecha nos acuse de cambiar las reglas del juego por razones de politiquería". "Si Francia figuraba antes en la cola del pelotón europeo en lo que a crecimiento se refiere, hoy nuestro crecimiento es más fuerte que el de nuestros socios europeos", concluyó Jospin.
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