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Moscú carga contra los restos secesionistas en Daguestán

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Los rusos han decidido acabar de raíz con el wahabismo, la corriente radical a la que pertenecen los guerrilleros secesionistas islámicos. Así lo demuestra el bloqueo de dos pueblos daguestanos por parte de las tropas rusas, que después los atacaron con fuego de artillería y helicópteros. Karamají y Chabanmají ya fueron el año pasado noticia cuando expulsaron a las autoridades y policía locales e instauraron la ley islámica. En aquella ocasión, y a pesar de la opinión de los dirigentes de Daguestán, el Kremlin optó por retroceder y prefirió evitar un derramamiento de sangre. Pero ahora la situación ha cambiado. Hay bajas por ambos lados, pero aún no se sabe su número. Los militares acusan a esos dos pueblos del distrito de Buinaksk, de ser centros del wahabismo. Las fuerzas federales rodearon Karamají y Chabanmají a primeras horas de la madrugada y dieron un ultimátum a los líderes wahabíes: entregar las armas y a los guerrilleros ocultos en esos pueblos. Ante la negativa de los wahabíes, los militares lanzaron un ataque contra lo que califican de "posiciones de los integristas". Mientras tanto, Karachái-Cherkesia, otra república del Cáucaso ruso, puede convertirse en cualquier momento en un nuevo foco de violencia. El conflicto surgió en mayo, después de las elecciones presidenciales, en las que oficialmente ganó el candidato karachái.Los cherkesos denunciaron, aparentemente con razón, que hubo pucherazo y los ánimos se volvieron a caldear el sábado, después de que el Tribunal Supremo de la república reconociera la victoria del candidato karachái. Los cherkesos, en respuesta, declaron ayer la autonomía de Cherkesia.

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