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Sanz dice que el presupuesto del 2000 está "parado" por la fecha electoral

Alejandro Bolaños

Los catalanes ya saben que el 17 de octubre elegirán al próximo presidente de la Generalitat y José María Aznar, presidente del Gobierno, ha asegurado que las elecciones generales serán en el 2000; la única fecha que queda por señalar en el calendario electoral más próximo es la de los comicios andaluces. "La actitud de Manuel Chaves está llevando a la parálisis de la Junta de Andalucía", afirmó ayer el secretario regional del PP, Antonio Sanz, quien aseguró que la Consejería de Economía tiene "parada" la elaboración de los próximos presupuestos autonómicos.

El silencio del presidente de la Junta, Manuel Chaves, sobre cuál será la fecha de las próximas elecciones autonómicas tiene en ascuas a los grupos políticos andaluces. Hasta ahora, Chaves ha lanzado dos mensajes contradictorios: su intención de agotar la legislatura y que prefiere evitar que generales y autonómicas coincidan. Una circunstancia complicada una vez que José María Aznar ha asegurado que también cumplirá todo su mandato. En 1996, la convocatoria de ambas elecciones fue simultánea. "Andalucía no puede paralizarse por este continuo deshojar de fechas", dijo en rueda de prensa el secretario de los populares andaluces, quien avisó de que el debate sobre la fecha electoral ha congelado la discusión política sobre el principal asunto que debe aprobar el Parlamento en el periodo de sesiones que se abre en septiembre: el próximo Presupuesto de la Comunidad. Sanz quiso realizar el movimiento de apertura: "El Gobierno andaluz tiene que dar un giro en los presupuestos del 2000". Un cambio de rumbo que, según el dirigente popular, debe "dar prioridad a las inversiones reales". Sanz dejó de lado, en esta ocasión, sus críticas sobre el grado de ejecución de las inversiones presupuestadas cada ejercicio y se centró en un análisis de estas partidas en las cuentas del Gobierno andaluz desde que Manuel Chaves se hizo cargo, en julio de 1990, de la presidencia. "Desde la llegada del señor Chaves, la evolución de la inversión real no puede ser más deprimente", indicó el secretario andaluz del PP, quien exhibió un cuadro que reflejaba el peso de las inversiones del Ejecutivo andaluz en los presupuestos autonómicos desde 1986. Descenso desde 1991 El informe elaborado por el grupo parlamentario del PP demuestra que el peso de las inversiones realizadas directamente por la Junta de Andalucía ha descendido desde el 16,84% del presupuesto de 1991 al 7,07% de las cuentas de 1998. Una partida que, este año, con un valor de 183.277 millones (12.000 más que en el año anterior) ha tenido un pequeño repunte y supone el 7,10% del presupuesto en vigencia (2,5 billones). "Chaves ha tenido muchos recursos a su disposición, pero el ritmo de crecimiento ha sido demasiado escaso", recalcó Sanz quien llamó a una redistribución de los gastos corrientes "suntuarios" hacia las inversiones reales. "Es posible duplicarlas el año próximo y llegar a los 371.000 millones", aseguró el dirigente popular. Esto supondría, según sus datos, un 14% del presupuesto del próximo año, "la misma cifra que en 1993", subrayó Sanz. La iniciativa del PP iría contracorriente de la política seguida en los últimos años por la Junta, que ha desplazado parte de este gasto a empresas públicas y otras administraciones. Así, en 1999, estas transferencias de capital (225.030 millones) supusieron un 8,72% del presupuesto, lo que explica, en parte, la evolución descrita por Sanz. El esfuerzo inversor conjunto (Junta y empresas públicas), que recogen las cuentas autonómicos de este año representan el 15,8% del presupuesto. Esta política ha recibido las críticas de la oposición, fundamentalmente de Izquierda Unida, que considera que la vigilancia pública sobre la actividad de estas empresas es menor; desde enero, las auditorías externas en estas sociedades han sido sustituidas por el control interno permanente de la Consejería de Economía. Sanz no precisó si su petición de incrementar las inversiones directas de la Junta se hará a costa de rebajar estas transferencias de capital, o por el contrario, se sumarán a éstas. El dirigente popular sólo explicó que "era posible rebajar o suprimir" algunas partidas de gasto corriente como los dedicados a publicaciones, promoción, actos protocolarios o reuniones de altos funcionarios.

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