El alcalde de San Lorenzo atribuye a una "chiquillada" el incendio del monte Abantos

El alcalde de San Lorenzo de El Escorial, José Luis Fernández Quejo, del PP, atribuyó ayer el incendio que devastó 450 hectáreas del monte Abantos a una "chiquillada" o a "una imprudencia". El regidor especificó que en el lugar de arranque del fuego se han descubierto palés de obra utilizados por los niños para subirse a los árboles. La Guardia Civil, que mantiene abiertas todas las líneas de investigación, considera como causa más probable una imprudencia originada por el abandono de una botella, cuyo fondo hizo un efecto lupa y prendió unos rastrojos.

"Lo más seguro es que el fuego haya sido por una cosa de niños, que estaban jugando en el campo, como hacen tantos niños. Dicen que dentro del perímetro del incendio se ha encontrado palés de obra, de los que se usan para llevar ladrillos en las obras. Pero es que muchos de los niños de la localidad utilizan esos palés como escalera para subirse a los árboles y también para hacerse cabañas dentro de los árboles", explicó Fernández Quejo. Entretanto, el vicepresidente del Gobierno regional, Luis Eduardo Cortés salió ayer al paso de las críticas recibidas por su Ejecutivo por las tareas de extinción y en declaraciones a Europa Press afirmó que "resolver y sofocar en 24 horas un fuego como el del monte de Abantos es para felicitar a quienes han dirigido y ejecutado los trabajos de extinción". "De modo que me parece bien", prosiguió, "que se convoque la comisión permanente de la Asamblea de Madrid, tal y como pide la oposición. Pero espero que sea para felicitar al consejero de Medio Ambiente [Carlos Mayor Oreja]", bromeó. "En un incendio tan importante y en una zona tan densa de árboles y de tan difícil acceso, que se haya conseguido apagar el fuego en 24 horas es como para felicitar al consejero de Medio Ambiente y no para criticarle", añadió.En días anteriores el secretario general de la Federación Socialista Madrileña, Jaime Lissavetzky, responsabilizó a Mayor Oreja de "la magnitud del desastre ecológico". "El motivo de que el fuego se propagara tan rápidamente y por una zona tan extensa, la tuvo la suciedad forestal del monte así como la estrechez de unos cortafuegos descuidados y excesivamente limitados", dijo el secretario general de la FSM. En esta línea, el portavoz del PSOE de San Lorenzo, Alfonso Lindo, recalcó que el monte protegido "estaba descuidado y, por ello, repleto de combustible vegetal".

Extinción "caótica"

Otro punto de crítica procede de los vecinos desalojados durante el incendio. Muchos de ellos han señalado que las tareas de extinción fueron "caóticas y desordenadas". También sostienen que los bomberos llegaron media hora tarde para sofocar el incendio. Los servicios de extinción lo niegan y aseguran que sólo tardaron 16 minutos en atacar las llamas desde que recibieron el primer aviso. El incendio del Abantos ha sido motivo de una denuncia vecinal que sostiene que detrás del fuego se esconden intereses urbanísticos. Los ecologistas mantienen la misma tesis. Pero el alcalde gurriato (gentilicio de los habitantes de San Lorenzo de El Escorial) lo desmiente, aunque reconoce que el Ayuntamiento ha aprobado un importante proyecto urbanístico que se va a desarrollar en la ladera del monte, en una parcela próxima a la zona devastada por el fuego. Hace seis meses, el pleno municipal dio luz verde un proyecto urbanístico que incluye la construcción de 833 viviendas sobre una extensión de 30 hectáreas (como otros tantos campos de fútbol) en la finca denominada Prado de la Era. La urbanización quedaría ubicada entre la urbanización de Montescorial, el Hospital de El Escorial, la carretera que une Guadarrama con El Escorial (M-600) y la Cañada Real Leonesa. La urbanización se construiría con una densidad de 27 viviendas por hectárea y contempla la construcción de 125 viviendas de protección pública, además de 256 chalés unifamiliares de lujo y 452 viviendas en bloques de tres plantas con una altura máxima de más de 12 metros. Este proyecto urbanístico requiere del visto bueno del Gobierno regional para pasar a convertirse en una realidad.