Los gastos del Estado se aceleran más que los ingresos, y el déficit se eleva un 22,7%

En los siete primeros meses del año, los gastos del Estado han crecido más que los ingresos, y el déficit en contabilidad nacional (criterio Maastricht) se ha situado en el 0,9% del PIB, un 22,7% más que en el mismo periodo del año anterior. Pese a ello, el Ministerio de Economía da por seguro el objetivo del 1,3% del PIB a final de año y no descarta una revisión a la baja. Tanto los ingresos como los pagos crecen a un ritmo superior al previsto, y frente a lo anunciado hace un par de meses, Economía dedicará parte del excedente a canjear deuda por más de un billón.

Los Presupuestos del Estado de este año se ejecutan a bastante distancia de lo previsto. Los ingresos en contabilidad nacional (derechos de cobro) crecen a un ritmo del 7,5%, cuando lo previsto en el presupuesto es una caída del 0,2%. Los gastos (obligaciones de pago) aumentan un 8,4%, frente al 3,8% presupuestado.La mayor aceleración en los gastos respecto de los ingresos explica que el déficit de contabilidad nacional haya crecido un 22,7% en los siete primeros meses del año respecto del mismo periodo de 1998. En relación al PIB estimado (89,96 billones de pesetas), el saldo se ha situado en el 0,9%; es decir, 773.700 millones de pesetas.

Esto supone que, pese a las desviaciones, todavía queda margen para cumplir el objetivo de situar el déficit del Estado en el 1,3% del PIB (1,16 billones de pesetas) a final de año. El secretario de Estado de Presupuestos, José Folgado, así lo garantizó ayer e incluso no descartó una revisión a la baja.

El hecho de que los ingresos vayan mejor de lo previsto permitirá dedicar parte del excedente a realizar una nueva operación de canje de deuda pública. La cuantía prevista supera el billón de pesetas, con un coste de 50.000 millones en contabilidad nacional. El objetivo es cambiar deuda ahora en torno al 10% por títulos al 5%, aprovechar así el descenso de tipos de interés y garantizar un presupuesto más saneado en el futuro. Todo ello ante la posibilidad de un repunte del precio del dinero en Europa tras la subida acordada anteayer por la Reserva Federal de Estados Unidos .

La fórmula ya se utilizó el pasado año -se canjeó deuda por 1,5 billones de pesetas-, pese al compromiso de destinar el exceso de ingresos a reducir el déficit y no a incrementar el gasto. El pasado año también se utilizó parte de la holgura en los ingresos a aumentar la inversión pública (180.000 millones de pesetas). Para 1999, Folgado reiteró hace dos meses la prioridad de reducir el déficit, y ahora se da marcha atrás, por el momento en lo relativo a la deuda.

En cuanto al déficit de caja (ingresos menos pagos efectivos), el resultado es un incremento del 46,3% en los siete primeros meses del año respecto del mismo periodo de 1998 y un descenso del 30,9% en julio. Los ingresos han aumentado un 5,1% en los siete primeros meses del año y han bajado un 12,7% en julio, mientras que los pagos han crecido un 7% y han descendido un 7,9%, respectivamente.

La recaudación del impuesto sobre la renta, que representa casi la mitad de los ingresos totales, ha caído un 0,4% en los siete primeros meses del año y un 32,2% en el mes de julio. En este mes se empieza a notar la rebaja de las retenciones sobre las nóminas (la recaudación por este concepto cae un 2,8%, pero sube un 1,2% en los siete primeros meses), en menor medida que la aplicada a las rentas del capital (descenso del 22,1% y del 20,2%).

También se empieza a notar la subida en los precios de los carburantes, con un aumento en la recaudación de los impuestos especiales por este concepto del 7,5%. El alto ritmo de crecimiento económico y, según Folgado, la afloración de economía sumergida permiten que la recaudación por IVA haya aumentado un 15,9% en los siete primeros meses del año.

En cuanto a los pagos, la partida que más crece es la de inversión (un 17,2% hasta julio) y la de los gastos corrientes o de funcionamiento de la Administración (un 16,8%). En este último caso, la explicación es que se trata de pagos del año anterior (ejecutados en enero) y de gastos derivados de las pasadas elecciones.