Calidez en El Hierro
El último año han pisado las costas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife 98 inmigrantes que provenían de Guinea Bissau, Sierra Leona y Liberia. Todos eran varones, de entre 20 y 40 años.A diferencia de quienes alcanzan las costas de Fuerteventura en pateras, estos inmigrantes llegan en barcos pesqueros que los abandonan en unos pequeños y frágiles veleros cerca de las costas.
El 4 de mayo pasado, por ejemplo, en playas de la isla de El Hierro fueron encontrados 29 inmigrantes, que dijeron pertenecer a la tribu mandinga, de Yoro, en Sierra Leona. Los africanos relataron que viajaron durante ocho días en un velero de un solo palo, de 14 metros de eslora. Los dueños de la nave madre eran cuatro hombres blancos que hablaban en inglés y francés, dijeron.
La presencia de este grupo en El Hierro, una isla de 7.000 habitantes, fue descubierta inmediatamente por la población. Deshidratados, hambrientos y con lesiones menores, habían tomado los caminos de los montes. La gente los observaba con la sorpresa y la extrañeza con la que se mira todo aquello que ha traído consigo el mar. Los inmigrantes suponían que habían llegado a Francia.
Dice Manuela Padrón Hernández, teniente de alcalde de Valverde, uno de los dos ayuntamientos de la isla, que los herreños les han dado mucho calor humano.
"Como todo inmigrante, creen que han llegado al paraíso, pero no encuentran ni a Adán ni a Eva, ni a la manzana", dice Padrón Hernández.
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