La Comunidad cerrará definitivamente el vertedero de Colmenar y construirá otro
San Fernando de Henares albergará antes de fin de año la tercera planta de clasificación de residuos inorgánicos (el 15% de la basura generada en la región), que la Comunidad gestiona desde 1997. Este tipo de planta, que vendrá a sumarse a las ya existentes en Pinto y Colmenar Viejo, clasifica, para su reciclaje, los envases de metal, plástico y briks recogidos por los ciudadanos en las bolsas amarillas. También para principios del próximo año está previsto el cierre definitivo del vertedero de Colmenar, sellado parcialmente hace año y medio por motivos de seguridad.
La recuperación del 53% de la basura inorgánica producida en la región desde enero de 1998 es, según los responsables de la Consejería de Medio Ambiente, uno de los máximos logros del Gobierno autonómico, del PP. Fue también uno de los objetivos prioritarios del Plan de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos (PGRSU) de la Comunidad, aprobado en 1997 y con vigencia hasta el año 2005.Este plan, cuya inversión inicial de 6.400 millones de pesetas ha sido ya aumentada hasta más de 8.000 millones, pretende abordar de manera global el proceso de recogida, tratamiento y eliminación de residuos en una región que produce al año más de dos millones de toneladas de basura. La mayoría de estos residuos provienen, sin embargo, de la capital, que gestiona en exclusiva el tratamiento de sus basuras.
Los aspectos más relevantes del plan son los referidos a la recogida selectiva de residuos en origen, la recuperación de la materia orgánica e inorgánica y su eliminación en vertederos sanitariamente controlados.
- Recogida selectiva. La gran novedad del PGRSU reside en la implantación progresiva en todos los municipios del "sistema de la segunda bolsa": la recogida y tratamiento diferenciados de la basura orgánica (restos de comida) y la inorgánica (envases de metal, plástico y brik recopilados por los ciudadanos en esa segunda bolsa, la amarilla, y transportados a las plantas de clasificación en contenedores del mismo color). Hasta el momento, 171 de los 179 municipios de la región se han adherido a este sistema, lo que ha permitido que 36.000 toneladas de envases sean tratados en las plantas de clasificación para su reciclaje. El 53% ha sido ya recuperado y reutilizado, según las cifras que maneja la Consejería de Medio Ambiente.
De los ocho ayuntamientos que aún no se han incorporado al plan, dos son municipios grandes: Fuenlabrada (164.000 habitantes) y Alcobendas (83.000). En la capital, medio millón de vecinos usa la bolsa amarilla, según el gobierno municipal: son los de los distritos de Moratalaz (105.000 habitantes), Vallecas Villa (60.000), Puente de Vallecas (225.000) y Retiro (120.000), además del barrio de Aravaca y de algunos barrios de Fuencarral. En el año 2001 todos los municipios de la región deberán recoger de manera diferenciada sus basuras, tal y como prevé para el conjunto del Estado la Ley de Envases de 1997.
Una vez recogidos los residuos inorgánicos en las bolsas amarillas, éstas llegan a las plantas de clasificación, que separan los distintos tipos de envases y los transportan a las empresas encargadas de su reciclaje. Desde 1997 se han puesto en funcionamiento dos plantas de estas características, en Pinto y Colmenar Viejo. La tercera y última (según lo contemplado en el plan) es la que se abrirá antes de fin de año en San Fernando (30.000 habitantes). La capital cuenta con sus propias plantas de clasificación, TGM y Tirmadrid, ubicadas en las inmediaciones del vertedero de Valdemingómez. Actualmente está en construcción una nueva instalación de tratamiento de residuos, que permitirá, según el concejal madrileño de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri, que "el 100% de la basura que se produce en la capital reciba tratamiento previo antes de ser enterrada o incinerada".
- Plantas de compostaje. Madrid es el único municipio que cuenta con infraestructura para el tratamiento de los residuos orgánicos. Las dos plantas de compostaje de Valdemingómez, gestionadas por el Ayuntamiento, recogen la basura orgánica y la trasforman en abono (compost). En el resto de los municipios esa basura (el 60% del total) va directamente al vertedero. Para acabar con esta situación, la Comunidad prevé la construcción, a partir del año 2003, de una planta de similares características en Pinto. El PGRSU advierte de que este tipo de plantas produce "malos olores", a pesar de lo cual la "buena aceptación social" se da por descontada.
- Vertederos. De los seis vertederos con que cuenta la región, cinco están gestionados por la Comunidad: son los de Alcalá de Henares, Nueva Rendija, Colmenar de Oreja, Pinto y Colmenar Viejo. Este último fue sellado parcialmente y con carácter de urgencia en marzo del año pasado, al descubrirse una enorme bolsa de líquido contaminante bajo su foso. A principios del 2000, según responsables de la Consejería de Medio Ambiente, será cerrado definitivamente y sustituido por otro nuevo, también en Colmenar.
El Ayuntamiento de Madrid gestiona, por su parte, el macrovertedero de Valdemingómez, donde se vierten los residuos de la capital y de los municipios de Arganda y Rivas-Vaciamadrid, y que será cerrado, según las previsiones de los responsables municipales, el próximo otoño.
- Competencias y financiación. La Ley de Envases de 1997 obliga a los fabricantes a asumir en exclusiva la financiación del proceso de tratamiento y reciclaje de los residuos inorgánicos en todo el Estado. La ley contempla dos mecanismos de financiación: el "sistema de devolución y retorno" (el productor paga una cantidad por la devolución de los envases usados) y el "sistema integrado de gestión". En este último, los fabricantes financian a las Administraciones públicas el sobrecoste derivado de la recogida y tratamiento específicos de los envases.
Por lo que se refiere a la eliminación de los residuos en los vertederos, ésta corresponde por ley a los municipios con más de 5.000 habitantes. Sin embargo, y dada la falta de recursos suficientes de estos municipios, ha sido financiada desde 1986 con presupuestos de la Comunidad (a excepción de las basuras generadas en la capital, que corren a cargo de su Ayuntamiento). Ahora se pretende corregir esta situación mediante la implantación de la "tasa de vertido", un canon que los ayuntamientos pagarán a la Comunidad de forma progresiva a partir del año 2000.
El PGRSU contempla también la ampliación de la actual red de contenedores para la recogida de papel, cartón y vidrio, que suponen el 20% de los residuos generados.
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