Comienza la cuenta atrás

Ya estamos en los últimos coletazos de las fiestas. Con el txupin, el penúltimo antes de que Marijaia arda entre las llamas y nos abandone hasta el año que viene, comienza la cuenta atrás de la Semana Grande. Pero antes del fatídico final de la rubia ominipresente, hay tiempo para todo tipo de actos. Desde el concurso de marmitako, que comienza a las nueve en El Arenal, hasta la bajada de goitiberas, en un recorrido frenético para amantes del riesgo entre el parque de Etxebarria y la plaza del Gas, a las once. A mediodía, el recinto festivo ofrece su ración diaria de deportes rurales, con idi-probak y gizon-probak. Bueyes, como los de Aurrekoetxea y Elortegi, y hombres, como Alzola y Sakoneta, se medirán en el arrastre de piedra, una tradición centenaria que ha perdurado a lo largo del tiempo. Antes de la comida, hay espacio también para danza y teatro con el espectáculo Primus, del grupo Hortz Muga, en la plaza Nueva a la una y media, y media hora después, para la vela. El puente del Ayuntamiento es la meta para la VII regata a vela snipe, que se ha convertido en un acto tradicional de las fiestas. Descanso para la comida y, quizás, una siesta, y a las cinco comienza el programa infantil en El Arenal, donde el Gargantúa, los castillos hinchables y los talleres infantiles, sin olvidar el tren txu-txu, hacen las delicias de los más pequeños. Exhibición de comparsas Poco después, en la plaza del Arriaga, mientras los niños juegan, los comparseros protagonizarán una exhibición de deporte rural. Es el concurso intercomparsas de deportes vascos, una prueba de fuego para los comparseros que cambiarán la txosna durante unas horas por la habilidad con el hacha y la fuerza con la piedra. A las siete, el programa continúa con teatro de Kukubiltxo en El Arenal para los más pequeños. Los mayores también tienen su dosis de espectáculo; gratis, a las nueve y media en El Arenal con el grupo de teatro de calle Arca y su obra Vías paralelas, y por 500 módicas pesetas en Bilborock. La antigua iglesia, reconvertida en auditorio de conciertos y teatro, temblará una vez más en fiestas con el espectáculo caústico del cómico Leo Bassi, con pases a las nueve y doce horas. En el apartado musical y tras los fuegos, la verbena en El Arenal corre a cargo de la orquesta Continente; la música vasca, de Urgabe, en Santiago; repertorio a capella de los cubanos Vocal Sampling en la plaza Nueva, flamenco-pop de Niña Pastori en La Pérgola y en el Gas, Mikel Urdangarin y Pablo Milanés.