Los socialistas apelan de nuevo a la fiscalía para que impida el pleno de Ceuta
Los socialistas están quemando a la desesperada los últimos cartuchos para evitar que el GIL se haga con el poder en Ceuta. Ayer presentaron un nuevo escrito ante la Fiscalía Anticorrupción en el que solicitan que promueva las medidas cautelares necesarias para suspender el pleno del próximo lunes y que actúe para que un juez llame a declarar a la tránsfuga Susana Bermúdez y a su marido, Francisco Cazalla, como imputados, y a su padre, Ángel Bermúdez, y al líder del GIL en Ceuta, Antonio Sampietro, como testigos. Bermúdez sigue en paradero desconocido desde que de la noche a la mañana decidió dejar el PSOE y pasarse al Grupo Mixto para apoyar una moción de censura del GIL que, previsiblemente, desbancará al PP de la presidencia de Ceuta. Este nuevo escrito es una ampliación del que los socialistas presentaron en la fiscalía el pasado martes. En su exposición de motivos, el PSOE continúa basándose en informaciones periodísticas y declaraciones del padre de la tránsfuga. Todo indica, según el PSOE, que se está alterando de manera ilícita la voluntad popular y que se está ante un caso de soborno y coacciones. Por ello, y ante la "alarma social" creada y para evitar "la pérdida de confianza en las instituciones", el PSOE solicita la inmediata suspensión del pleno.El escrito también relata que no se ha recibido ninguna respuesta por parte de la fiscalía a la solicitud del martes pasado. El PSOE considera que la situación es de "extrema gravedad", por lo que se deben tomar medidas rápidamente.
Dentro de esta argumentación, se plantea que es imprescindible actuar antes de la celebración del pleno porque, de lo contrario, la situación sería "irreversible". De hecho, si se aprobara la moción de censura, sólo el abandono del escaño de Bermúdez podría impedir que el GIL gobernara cuatro años, puesto que la ley establece que una misma persona no puede votar dos veces una moción de censura. Y ese supuesto abandono del escaño, después del revuelo creado, se considera muy poco probable.
Sin embargo, y a pesar de la insistencia del PSOE, la fiscalía ya ha dejado claro que no va a intervenir en este asunto al menos antes de septiembre. Especialmente significativas son las declaraciones en este sentido, el jueves pasado, de la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante. La ministra llegó a decir en una rueda de prensa que "por meras insinuaciones o por juicios de intenciones no se persigue a nadie en España". Y añadió que el Gobierno no tiene intenciones de presionar a los fiscales para que actúen rápidamente en este caso.
Sus palabras cayeron ayer como un jarro de agua fría en el Gobierno de Ceuta, formado por PP, PSOE y PDS, que ven cómo se esfuman todas las posibilidades de parar al GIL. Consciente de ello, precisamente, la formación que lidera el presidente del Atlético de Madrid confirmaba ayer en un comunicado un secreto a voces: Antonio Sampietro ha ratificado al padre de Susana Bermúdez que cuenta con ella para la Consejería de Cultura.
Sensibilidad socialista
Las posibilidades de que la tránsfuga cambie de opinión son, por tanto, casi nulas. El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, apelaba el jueves a la "sensibilidad socialista y democrática" de esta diputada para que no apoye al GIL. Ayer, el secretario de Estado de Administraciones Territoriales, Francisco Camps, apelaba a "la honestidad y la honorabilidad" de Susana Bermúdez.Pero su padre rompía toda esperanza al reiterar que la diputada tránsfuga va a desarrollar esa "sensibilidad socialista" de la que habla Almunia desde el Gobierno del GIL. "El GIL va a trabajar por el pueblo, como hacen los socialistas. Mi hija es socialista desde que nació y lo seguirá siendo", continuó Ángel Bermúdez.La extraña transformación del padre de Susana Bermúdez desde su figura de histórico socialista a la actual de defensor del GIL se va produciendo gradualmente. Al comienzo de esta crisis era muy duro con Jesús Gil. En los últimos días ha mantenido varias reuniones con Antonio Sampietro y su discurso ha cambiado notablemente.
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