Dos informáticos alteraban los códigos de barras para estafar a los hipermercados
La policía ha detenido en Madrid a dos jóvenes informáticos acusados de estafar en menos de 24 horas más de un millón y medio de pesetas en grandes almacenes mediante la manipulación de los códigos de barras. Los detenidos son Pablo David L. P., de 24 años, y Miguel Ángel S. M., de 19, acusados de estafa y falsedad en documento mercantil.Los sospechosos, a lo largo del pasado viernes y a diferentes horas, habían comprado en el centro comercial Hipercor de San José de Valderas siete juegos de altavoces de la marca Piooner, por los que pagaron 2.020 pesetas cuando eran modelos valorados en 21.000, 15.100 y 30.580 pesetas. Para conseguir esta rebaja, habían ideado un sistema inédito hasta ahora. Así, entraban en el centro comercial y buscaban el modelo más barato de la marca que les interesaba, anotaban la numeración del código de barras y salían a su furgoneta -dotada de ordenador, impresora y un programa informático especialmente diseñado para ello-. Allí elaboraban etiquetas adhesivas con el código de barras del producto más barato. Una vez de vuelta al establecimiento, pegaban las etiquetas falsas a los objetos deseados (siempre modelos de esa misma marca, pero mucho más valiosos). En la caja, el lector electrónico marcaba el precio esperado.
Pruebas en la furgoneta
La policía acudió al lugar de los hechos alertada por el jefe de seguridad del citado centro comercial. Éste había denunciado que dos jóvenes acababan de realizar una operación fraudulenta que superaba las 50.000 pesetas (límite por el que se considera delito este tipo de hechos). Cuando los agentes registraron la furgoneta y la abrieron en presencia y con las llaves de Pablo David -el propietario-, encontraron numerosos productos todavía precintados: juegos de altavoces, cámaras de vídeoconferencia, teléfonos digitales y móviles, radiocasetes, discos compactos y otros.La policía sospecha, por los resguardos hallados, que los detenidos actuaron en menos de 24 horas en los siguientes centros comerciales: Hipercor, de San José de Valderas; Alcampo, de Leganés, y Continente, de Getafe. El monto de la estafa asciede a más de millón y medio de pesetas.
La documentación descubierta en la furgoneta indica que los dos sospechosos tenían su centro de operaciones en Almería, lugar de residencia de ambos, y que habían cometido estafas similares en grandes superficies de esta provincia, de Málaga y de Marbella. La policía también encontró un cuaderno con anotaciones de pedidos, todos ellos de productos electrónicos, algunos con la indicación de "ya servidos", así como un mapa de los emplazamientos de centros comerciales de toda España. Para dar cobertura a la mercancía contaban con una empresa dedicada a la distribución de productos de papelería y con sede social en el domicilio de uno de los detenidos. La policía investiga ahora el volumen de actividad de esta empresa y la memoria del ordenador intervenido, en cuyos ficheros se encuentran las plantillas para poder editar los códigos de barras por ellos preparados.
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