Una joven de Cambrils, herida muy grave en una explosión de gas butano
Meritxell N. M., de 28 años de edad, resultó herida ayer de gravedad como consecuencia de una explosión de gas butano ocurrida a las 01.25 horas de ayer en su domicilio particular, ubicado en el primer piso del edificio número 3 de la calle de Creus de Cambrils, en el casco antiguo de esta población. La joven fue alcanzada de lleno por la explosión y sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo. Fue ingresada inmediatamente en la Residencia Sanitaria Joan XXIII de Tarragona, donde, ante la extrema gravedad de las quemaduras sufridas, se le dio atención de urgencia y se dispuso su traslado a la unidad de grandes quemados del hospital Vall d"Hebron de Barcelona. Sobre las causas del accidente, fuentes de los bomberos de la Generalitat indicaron ayer que "la explosión se originó por la acumulación de gas producida muy probablemente por un fogón mal apagado. La concentración de gas provocó, según todos los indicios, la deflagración en el interior de la vivienda". Un testimonio de suceso, Josep Maria Crusells, señaló: "De repente se oyó una gran explosión y vi a una joven muy mal herida". Las personas que acudieron al lugar inmediatamente después de la explosión oyeron gritos de socorro procedentes del interior de la vivienda. La propietaria de una pizzería que se halla junto al edificio donde tuvo lugar el suceso recuerda: "Nosotros todavía estábamos trabajando y en el patio teníamos gente acabando de cenar cuando de pronto oímos una explosión muy fuerte y salimos a la calle corriendo. Llamé a mi marido y fui a ver qué sucedía". Su marido, Angelo Calabro, recuerda: "Vimos que los ruidos venían de casa de esa joven y subí muy deprisa. Eché la puerta al suelo y ella ya estaba toda encendida por lo que le quité la ropa y la saqué como pude de la casa". A los pocos minutos de producirse la explosión se personaron en el lugar de los hechos efectivos de los bomberos de la Generalitat y de la policía local de Cambrils. La explosión produjo la caída de un falso techo y afectó también a la ventana y al balcón de la casa de Meritxell, pero no tuvo consecuencias para los pisos vecinos ni para la estructura del edificio. Únicamente, en la casa colindante, se observó un pequeño movimiento de la viga, según fuentes de la investigación.
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